Más de cuatro millones de sustancias químicas inundan el medio ambiente

Los productos de limpieza, plaguicidas, cosméticos y medicamentos inundan de sustancias químicas nuestro medio ambiente cotidiano. Alrededor de cuatro millones de sustancias químicas han sido sintetizadas o aisladas a partir de productos naturales, de los que alrededor de 60.000 se utilizan con relativa frecuencia.Sólo en las fórmulas de plaguicidas figuran unos 1.500 ingredientes activos y unos 4.000 en los medicamentos. Estos datos fueron facilitados ayer por Benjamín Fernández, subdirector general de Medicina y Sanidad Ambiental, durante la segunda sesión de las jornadas sobre calidad de vida organizadas por tres organismos oficiales.

Señaló Benjamín Fernández que dos de los más importantes índices de calidad de vida son la calidad de medio ambiente y la salud de las personas. La prevención de la contaminación necesita establecer unos umbrales de toxicidad. «Habría que dejar de utilizar los productos más tóxicos, a partir de una vigilancia organizada de la toxicología y por razones de competencia comercial».

Alfonso Enseñat, subdirector general de Medio Ambiente Industrial, destacó que lo primero que debemos preguntarnos es si estamos interesados en la calidad de vida de la generación actual o en la de las generaciones por venir. «Es necesaria una solidaridad generacional, que casi nadie practica, y que es la disyuntiva a aplicar en los intentos de lograr una mejor calidad de vida. Es aún difícil predecir con seguridad si una determinada innovación tecnológica producirá un impacto ambiental importante, es decir, si el tributo que ha de pagar el hombre por su uso va a ser demasiado elevado».

Alfonso Enseñat ofreció datos sobre la incidencia de la contaminación ambiental en el ser humano, aunque no referidas a España. Según estos datos, las emisiones de gases nocivos de vehículos ocasionan la muerte de 4.000 personas cada año en Estados Unidos. Según encuestas recientes citadas por el subdirector general de Medio Ambiente Industrial, cada japonés tiene en su cuerpo, por término medio, el 33% de la dosis de mercurio orgánico necesaria para provocar la enfermedad ninamata, que se manifiesta en la deformación de miembros, parálisis y, en último extremo, la muerte.