Frío recibimiento a Josep Meliá en Cataluña

«El Gobierno no tiene razones para modificar el decreto sobre los delegados gubernamentales en las comunidades autónomas», manifestó ayer el gobernador general de Cataluña, Josep Meliá, a su llegada a Barcelona. Meliá fue recibido en el aeropuerto por el capitán general de la IV Región Militar, Antonio Pascual Gálmez, por los gobernadores civiles de las cuatro provincias catalanas y por el consejero adjunto a la presidencia de la Generalidad en representación de la institución autonómica.

No asistieron, pues, ni el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, ni el del Parlamento catalán, Heribert Barrera, así como tampoco el alcalde de Barcelona y los líderes de los partidos parlamentarios. Sólo Antón Canellas, presidente de Centristas de Cataluña-UCD, estaba presente.Meliá se dirigió a las autoridades en el salón de persona lidades del aeropuerto: «Gracias», dijo, «por la bienvenida. Espero que encuentren en mi un companero y un servidor de los intereses de Cataluña y España».

Posteriormente ofreció una, conferencia de Prensa, en el. curse de la cual se mostró disgustado por las reacciones que había suscitado el decreto en Cataluña.

«Los problemas de eiste país» dijo, «son de paro, trabajo y recuperación lingüística, no de protocolo. A mí no me disgusta estar en el último lugar si es para. servir a los catalanes y a España-, eso ya se lo dije a Pujol». Y añadió: «Yo no he pedido el cargo. Como funcionario y político soy un cumplidor de la ley. Si el Parlamento estableciera otras formas, yo las acataría».

Tono conciliador

El gobernador general de Cataluña manifestó no compartir el criterio expresado por los políticos catalanes en el sentido de que se convertiría en un «Gobierno paralelo».«Los propósitos del Gobierno», dijo, «son reducir drásticamente las delegaciones territofiares en las comunidades autónomas. Lo único que se va a hacer es introducir un mínimo aparato de coordinación de la Administración no transferible. No creo que el clima de rechazo que ha precedido mi llegada sea un obstáculo para mi función».

Josep Meliá se mostró disconforme con las declaraciones efectuadas por el Consejo Ejecutivo de la Generalidad y la Mesa del Parlamento. «Las considero», señaló, «complicaciones inevitables e innecesarias». Preguntado sobre si había cancelado su proyectada visita al presidente del Parlamento catalán, prevista para ayer tarde, dijo, visiblemente contrariado: «En estos días se han cancelado muchas cosas. Pero no enjuiciaré las actuaciones de los demás».

Acerca del requerimiento hecho por el Gobierno a la Generalidad para que renuncie a sus competencias sobre las cajas de ahorro, Meliá señaló: «Es una cosa normal, de señorío; dos partes dicen tener la razón y llevan su pleito ante terceros. No por ello dejan de saludarse». Más tarde, Meliá hizo una visita de cortesía al presidente de la Generali,dad, que duró una hora. Meliá calificó el encuentro de «largo, cordial y distendido». Posteriormente regresó a Madrid para pernoctar allí. Hoy regresa a Barcelona.

Por otra parte, anoche, los portavoces de los grupos parlamentarios catalanes -a excepción de Centristas de Cataluña-UCD- hicieron un comunicado en el que expresan su explícito rechazo tanto a la denominación de «gobernador gene ral» para el cargo de delegado del Gobierno como con el contenido funcional que el decreto le atribuye.

Los portavoces -Maciá Alavedra (CDC), Eduardo Martín Toval (PSC-PSOE), Rafael Ribó (PSUC), Francesc Vicens (ERC) y José Acosta (PSA)- señalan que consideran el decreto «contrario a las previsiones constitucionales ».

«La única manera», señala el comunicado, «de corregir los derechos y los incumplimientos que denunciamos es a través de la modificación. del citado real decreto por parte de la autoridad que lo aprobó, es decir, por medio de un nuevo decreto del Gobierno del Estado».