Argelia desempeña un papel mediador

Un moderado optimismo reina desde ayer en la capital argelina a propósito del papel que estaría jugando con discreción y prudencia, la diplomacia de este país, con la intención de reducir la crispación que reina en las relaciones irano-norteamericanas y obtener la liberación de los 52 rehenes norteamericanos antes del 4 de noviembre, fecha en que tienen lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos.El régimen argelino se ha convertido en un interlocutor privilegiado de la Revolución Islámica Iraní, a raíz de la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Washington. Teherán ha reconocido el apoyo prestado por Argel, públicamente, en los foros internacionales y discretamente en el seno del mundo árabe y no alineado.

Argelia representa los intereses iranies en Estados Unidos, y uno de sus mejores diplomáticos, Mohamed Bedjaoui, actual representante de este país en las Naciones Unidas, ha facilitado el diálogo entre las dos partes, a raíz de la visita hecha a Teherán por la Comisión de Encuesta formada por la ONU.

En los medios diplomáticos occidentales de esta capital se afirma que durante la visita a Argel del primer ministro iraní, Alí Radjai, para expresar oficialmente las condolencias de su país con motivo del seísmo de El Asnam, se examinó el tema de los rehenes y se esbozaron las modalidades que podría revestir su liberación, a partir de la aceptación de las cuatro condiciones formuladas por el ayatollah Jomeini por parte de la Administración Carter.

Para poner un término a la crisis de los rehenes, Argelia actúa en dos direcciones: políticamente, habría reafirmado ante Estados Unidos la necesidad de no injerirse en los asuntos internos de Irán y promover un nuevo diálogo con la revolución. Técnicamente, este país pondría a disposición de las dos partes, los medios adecuados para que Irán recibiera satisfacción a sus exigencias, una vez obtenido el acuerdo norteamericano.