El fontanero muncipal de Ortuella desconoce lo ocurrido en la escuela
Nueve niños y dos adultos, de las veintitrés personas que continuaban internadas ayer en la residencia sanitaria de Cruces, como consecuencia de la catástrofe de Ortuella, siguen en estado grave o muy grave, según el último parte médico facilitado por dicho centro sanitario. A mediodía de ayer habían sido dados de alta diez de los 33 niños hospitalizados el jueves.
Los heridos más graves son los niños Carlos Fernández López y Alvaro Luelmo Martín, y el fontanero municipal Francisco Contreras Ibáñez, quien todavía desconoce lo ocurrido en la escuela.En relación con este último, que se encuentra internado en la sección de grandes quemados, el alcalde de Ortuella, Manuel Fernández Ramos, manifestó ayer a EL PAIS que «es temerario hacerle responsable de la explosión, pues ni siquiera hay constancia de que llegase a encender el soplete que llevaba para su trabajo en los desagües del fregadero. Necesitamos conocer su testimonio y los informes en curso sobre el gas almacenado y demás circunstancias para saber a qué atenernos». Los médicos han prohibido toda visita al fontanero, que, según fuentes del hospital de Cruces, ignora todavía lo ocurrido en la escuela.
Mientras tanto, se ha formado una comisión de investigación, integrada por dos maestros, dos representantes del Ayuntamiento y uno por cada partido representado en la Corporación municipal (PSOE, PNV, PCE, HB y EE). Esta comisión se reunirá el lunes, pero no hará ninguna manifestación pública hasta que haya elaborado unas conclusiones suficientemente contrastadas.
Calles vacías
Por lo demás, aunque los comercios de Ortuella abrieron ayer sus puertas, las calles presentaban el mismo aspecto desolador de la víspera. Los escasos corros de gente formados en algunos puntos del pueblo comentaban la catástrofe hablando en voz inusualmente baja, como temiendo romper un silencio del que habían hecho su bandera de dolor ante la magnitud de la tragedia.El Ayuntamiento ha creado una comisión especial encargada de canalizar los ofrecimientos de solidaridad provenientes de otros pueblos y ciudades de todo el mundo. Otra comisión, de la que formará parte un equipo de psiquiatras, visitará a las familias de los niños accidentados para estudiar las medidas a adoptar para evitar, en la medida de lo posible, los efectos traumáticos de una vivencia como la soportada.
Se estudia la posibilidad de enviar a los niños a algún albergue de vacaciones. En las horas que siguieron a la tragedia, el equipo de psiquiatras dependiente de la Diputación de Vizcaya tuvo que asistir en la residencia de Cruces a unos sesenta familiares de los niños, afectados en su mayoría de crisis nerviosas o cuadros catatónicos. Durante este fin de semana, un primer equipo de psiquiatras permanecerá permanentemente de guardia en Ortuella.
Solidaridad
El alcalde de Ortuella señaló a la agencia Efe que había recibido en el Ayuntamiento la preocupación de algunas madres de los hijos afectados sobre la continuación de las clases en las mismas escuelas, a no ser que se construya un nuevo edificio que cuente con todas las garantías para acoger a los niños que han quedado sin colegio.El Ayuntamiento tiene la idea, explicó el alcalde, aún no definitiva, de construir un mausoleo que recuerde a las víctimas de este trágico suceso.
Por otra parte, Manuel Fernández Ramos hizo saber a los informadores que habían recibido multitud de ofrecimientos de todo tipo. Entre ellos figura el recibido de Radio Miramar de Barcelona, que pidió desde sus antenas casas donde puedan pasar unos días de vacaciones los familiares de los niños muertos, y hasta el momento setecientas familias se han ofrecido.
Asimismo, las Juventudes Socialistas han hecho un ofrecimiento de cien viajes pagados a Alemania para las familias afectadas. La Diputación de Murcia mandará un camión de flores para depositarlas en el cementerio donde están enterrados los niños.
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