Un país marcado por la muerte

(...) Las investigaciones ya en curso dirán si existió alguna negligencia en el mantenimiento y en el funcionamiento de unas instalaciones que, como se ha demostrado, podían convertirse en la mayor de las bombas. El material explosivo en este caso era un gas, materia de cuya peligrosidad tenemos repetidas pruebas en Barcelona, alguna de ellas nunca aclarada. Por desgracia sabemos también que estas instalaciones y estas materias no siempre se tratan con los cuidados necesarios, razón por la cual no resulta descabellado pensar en la existencia de alguna responsabilidad concreta. ( ... )En este país, que parece malditamente marcado por la muerte, son demasiados los que caen por errores cotidianos ajenos.

24 de octubre