"Carter me ha decepcionado; tengo miedo de Reagan"
«Votar por Anderson es una forma de decir no al sistema bipartidista actual. Resulta insultante que la clase política nos ofrezca sólo la alternativa Carter o Reagan», explica Phyllis Thomson a EL PAIS, defendiendo sus argumentos de electora Anderson-Lucy.Thomson votó Carter en 1976. «Pero me ha decepcionado». No ha hecho casi nada. Califica a Reagan de «extremadamente conservador, demasiado actor y demagogo. Tengo miedo de Reagan».
¿Qué le atrae del programa del candidato «independiente» John Anderson?» Su plataforma económica, de reducción del gasto público, su plan de control de la inflación, porque los americanos no ahorramos y la inflación corroe el poder adquisitivo», explica Thomson.
A sus veintinueve años, Phyllis Thomson no es precisamente una «consumista» tipo de la sociedad norteamericana. «Hace tres años vendí mi automóvil. Tengo ahora una bicicleta. Si debo ir a algún sitio en coche, lo combino con amigos y pagamos la gasolina entre todos».
Tiene simpatías por los minoritarios y ecologistas del Citizens Party, pero «votaré Anderson porque tiene más impacto como respuesta al actual sistema político».
Universitaria, Phyllis trabaja con un equipo de abogados, en Washington, cuya principal labor es aconsejar a las empresas para que tengan un «equilibrio» de hombres, mujeres y minorías étnicas entre su personal. Para que estén conformes con la ley de igualdad de derechos en el empleo. Phyllis apoya la ratificación del ERA (igualdad de derechos entre el hombre y la mujer), a lo que se opone el programa republicano Reagan-Bush.
«Hay discriminación », dice Thomson, «aunque no oficial, pero sí bajo muchas formas sutiles, sobre todo para las minorías».
Cara al futuro, Phyllis no quiere «Vivir más en una ciudad. La gente sólo trabaja, sin demasiadas preocupaciones, ni siquiera para su salud personal. Olvidamos muchas cosas que son importantes, como la preservación del medio ambiente o la lucha contra la energía nuclear». Phyllis Thomson votará Anderson como «protesta», porque sabe que no logrará la Presidencia. Sí, quizá, continuar la lucha para un futuro «tercer partido» en la escena política norteamericana.
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