Mutilados de zona republicana

Cuando la democracia en nuestro país parece un hecho irreversible, resulta que los mutilados de zona republicana, que en guerra empezaron a percibir sus pensiones a través de la Dirección General de Clases Pasivas, al terminar aquélla quedaron en suspenso dichas pensiones hasta nueva orden, según les dijeron a los mutilados, sin que hasta la fecha se haya levantado la orden de suspensión del pago de aquellas pensiones.Por el real decreto-ley 670/1976, de 5 de marzo, se les concede una pequeña pensión qué empiezan a percibirla a partir del día primero de mayo del mismo año. Se mejora ésta por el real decreto-ley 43/1978, de 21 de diciembre, que la mayoría aún no perciben. Una nueva ley, la 3 5 / 1980, de 24 de junio, les aproxiina, en lo económico, a los que eran soldados al terminar la guerra civil del Cuerpo de Caballeros Mutilados de Guerra por la Patria. Y digo que les aproxima en lo económico y tampoco es exacto, toda vez que en los Caballeros Mutilados el que era soldado ahora es sargento; el que era sargento ahora es comandante, y el que era comandante ahora es general. Mientras que en los mutilados de zona republicana el que era general, el que era comandante o el que era soldado, todos perciben igual cantidad; pues como no se les reconocen ascensos militares ni graduaciones, únicamente la parte de pensión que a cada uno le corresponde por las mutilaciones que sufre. Sin embargo, los Caballeros Mutilados siguen ascendiendo mientras vivan, puesto que pertenecen al cuerpo durante toda su vida.

Y ahora los Mutilados de Guerra de Zona Republicana, después de cuarenta años de marginación y abandono, cuando la mayor parte ni siquiera disfrutan de los beneficios de la Seguridad Social, cuando se encuentran todos alrededor de los setenta años, o muy por encima de ellos, cuando les queda tan poco tiempo para poder disfrutar de estos beneficios... se les fracciona el abono de los atrasos, en condiciones tales que el primer plazo lo cobrarán el día 1 de abril de 1982 y el resto el 1 de abril también, pero en años sucesivos.

Es una vergüenza y una crueldad incalificable el hecho de que unos hombres que tanto han sufrido, que tanto han trabajado, a pesar de su incapacidad física, para levantar la economía de nuestro país, se mueran sin poder disfrutar de unos beneficios de los que nunca se les debió privar.

Otro tanto se puede decir de las viudas de guerra, que tienen la misma edad que los mutilados. O sea, sobre los setenta años. Que han sufrido más que los mutilados porque se quedaron solas, abandonadas, despreciadas, vilipendiadas y con hijos pequeños que alimentar y que vestir. Y ahora, en el declinar de sus vidas, se les concede una ridícula pensión, 9.000 pesetas mensuales, que la mayoría aún no cobran, ni saben cuándo las van a cobrar. Con esos atrasos podrían equiparse un poco y disfrutar de algún pequeño capricho, del que siempre se vieron privadas. Pero si se les fraccionan estos atrasos y el primer plazo empiezan a percibirlo dentro de año y medio largo, cuando lleguen a su poder, ya no les hará falta./

(mutilado de guerra).