Trabajadores en Rota

Las razones que da su corresponsal en Cádiz (Fernando Santiago, EL PAIS, 3 de octubre de 1980) acerca del despido de 165 trabajadores de la base de Rota me han sorprendido por la desinformación e ingenuidad que demuestran, defectos estos poco comunes en la cotidiana información de su magnífico periódico. Por ello, si usted me lo permite, me gustaría hacer a tal crónica las siguientes puntualizaciones:1. La proporción entre trabajadores españoles y norteamericanos, que se contempla y ampara en los acuerdos suscritos por nuestro Gobierno y el de Estados Unidos, es violada constantemente con el despido continuo de nuestros compatriotas para colocar en sus puestos a esposas e hijos de soldados y oficiales americanos, e incluso a civiles de esta nacionalidad residentes en España.

2. Si bien es cierto que las cotizaciones a la Seguridad Social encarecen los puestos de trabajo españoles, se omite en el artículo de Fernando Santiago que la desigualdad de salarios entre trabajadores españoles y americanos es tan grande, a favor de ellos, que hace barata nuestra « mano de obra».

3. Es ridículo achacar los sistemáticos despidos a razones económicas. Ciento sesentay cinco despedidos de Rota y veinte de Torrejón (en esta última «hornada») dificilmente solucionarán los problemas crematísticos del señor Carter.

4. La única razón existente es que, aprovechándose los mandos americanos del desamparo sindical y gubernamental en que se encuentran nuestros trabajadores, se saltan a la torera todo convenio para largar a los «extranjeros» y colocar en su lugar a fieles y sumisos hijos del tío Sam, con lo que aumentan sus ingresos premiando lo abnegado de su vivir en «las colonias», lejos de su amada patria.

Lo triste es que tan abusiva decisión yanqui encuentra complicidades, más o menos intencionadas, entre nosotros: el miedo de los trabajadores, cierta Prensa que calla y acalla, sindicatos maniatados por encontrarse los trabajadores españoles bajo la férula del Ejército del Aire, y políticos que hacen la vista gorda a lo que consideran una minucia: después de todo, ¿qué significan unos centenares de parados más en un país donde ya tenemos más de 1.500.000? Así se hace patria./