El presidente afgano viaja a la URSS en busca de mayor ayuda económica
París El presidente de Afganistán, Babrak Karmal, inició ayer, en Tachkent, una visita oficial a la URSS de aproximadamente una semana de duración. Este viaje, el primero que el dirigente afgano efectúa al extranjero, coincide con informaciones occidentales, según las cuales la Unión Soviética ha enviado refuerzos militares a Afganistán.
Karmal declaró a la agencia soviética Tass, la víspera de su viaje, «que no era una casualidad que la URSS fuese el primer país al que se trasladaba» desde que asumió el poder el pasado mes de diciembre. El presidente Karmal, que es esperado hoy en Moscú, fue recibido en Tachkent por las autoridades locales de la República soviética de Uzbekistán, cuya población es mayoritariamente musulmana.El fin principal de la visita de Karmal parece tener como objetivo el incremento de la ayuda económica de la URSS. Fuentes oficiales de Kabul así lo han reconocido ayer.
En el terreno político no se espera que las conversaciones que mantengan los dirigentes soviéticos y afganos aporten cambios, sustanciales en la situación política del régimen de Kabul. El propio Karmal, en sus declaraciones a la agencia Tass, descartó la posibilidad de una reorientación de su política.
Por su parte, la URSS no ha modificado su postura ante la crisis afgana. El pasado día 13, la agencia Tass reiteró que era posible un arreglo de la crisis «si cesaban las agresiones exteriores y si los dos países vecinos -Irán y Pakistán- normalizaban sus relaciones con Kabul». Es decir, para Moscú, la situación permanece bloqueada por las «injerencias americanas y chinas».
Al estancamiento del tema contribuye también el eclipse de este foco de tensión, en virtud de la crisis polaca y el conflicto entre Irán e Irak.
Nuevos refuerzos soviéticos
Mientras tanto, fuentes que quieren conservar el anonimato informaron en París que la URSS ha enviado a Afganistán refuerzos militares en los últimos meses, situando los efectivos del cuerpo expedicionario soviético en 85.000 hombres, esto es, al mismo nivel existente antes de la retirada parcial de varias unidades del Ejército rojo.Estas mismas fuentes precisan que las fuerzas soviéticas en Afganistán han sido reorganizadas para hacerlas más aptas para la lucha antiguerrillera.
Señalan también que Moscú ha enviado más helicópteros. Afirman que ha hecho aparición en las filas soviéticas el nuevo fusil de asalto AK 74, Kalachnikov, que, puede disparar balas dum dum.
Las mismas fuentes de la capital francesa afirman que la situación en el Ejército afgano sigue siendo crítica y sus efectivos se reducirían a 35.000 hombres, de los cuales sólo la mitad serían operativos. Además, la confianza de los soviéticos en estas fuerzas es muy limitada.
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