La izquierda extraparlamentaria concentra a 20.000 personas en Valencia

La izquierda extraparlamentaria celebró el Pasado domingo la fecha nacional del 9 de octubre, que conmemora la entrada de Jaime I en Valencia, con una concentración en la plaza de toros y una concurrida manifestación por la tarde a favor del autogobierno y contra el estatuto consensuado que buscan las fuerzas parlamentarias.Estos actos ponían punto final a las diversas convocatorias que en los últimos días han recordado la histórica fecha. Mientras socialistas y comunistas dieron una imagen de concordia con UCD para no crispar los ánimos antes de alcanzar un acuerdo estatutario, la izquierda extraparlamentaria ha marcado su distancia en este acuerdo afirmándose en un nacionalismo independentista y catalanismo beligerante.

Así, las consignas más coreadas en el transcurso de la jornada hacían referencia a la independencia y unidad política de los países de lengua catalana. Esta clarificación motivó que algunos dirigentes de la izquierda y nacionalistas no expresaran su apoyo a esta concentración como otros años en que, pese a la ausencia de las siglas de sus grupos, participaron.

El acto de la mañana, que reunió unas 20.000 personas, tuvo su vertiente política animada por las intervenciones de la ex diputada y líder del movimiento independentista irlandés Bernadette Devlin, del senador de Herri Batasuna Miguel Castells y del dirigente de Unión del Pueblo Canario, Fernando Sagaseta, quienes resaltaron la necesaria solidaridad de los pueblos que luchan por su liberación nacional contra la oligarquía capitalista. Por Andalucía intervino el dirigente del campo Francisco Casero, por Cataluña, la escritora Isabel Clara Simó, y en nombre del País Valenciano, el concejal del Ayuntamiento de Castellón Vicent Pitarch, de Izquierda Independiente. Las intervenciones se intercalaron con actuación de grupos de música popular.

La manifestación de la tarde, que según los organizadores congregó unas 40.000 personas y según otras fuentes entre 6.000 y 15.000, concluyó en las Torres de Serrano, donde se leyó un parlamento en defensa de los países catalanes. Un comunicado posterior de los organizadores califica de error del PSOE y el PCE que no se unan a estas convocatorias mientras pactan con la derecha.