_
_
_
_
_

Medio centenar de países apoyan una nueva conferencia Norte-Sur

Más de cincuenta países industriales y subdesarrollados se han comprometido ya a apoyar la celebración, durante la próxima primavera, de una nueva conferencia mundial Norte-Sur en la ciudad de México. Aunque resulta prematuro hablar de fechas concretas, todo hace prever que esta cumbre tendrá lugar en el mes de marzo.Durante la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller mexicano, Jorge Castaneda, ha mantenido entrevistas con la mayoría de los ochenta ministros de Asuntos Exteriores que acudieron a la reunión. El objetivo básico era lograr el consenso internacional en torno a esta nueva reunión del diálogo Norte-Sur, con la que México trata de conseguir un papel de abanderado.

Desde que hace un año el presidente mexicano, José López Portillo, propusiera en la ONU la elaboración de un plan mundial de productos energéticos, la política exterior de este país está dirigida en todos sus movimientos a hacer de México un país bisagra entre las naciones más avanzadas y las más pobres. El acuerdo suscrito, con Venezuela para garantizar crudos a los países de la zona centroamericana, en condiciones muy ventajosas de pago, constituye además una prueba de que este país está dispuesto a predicar con el ejemplo en sus relaciones con los más desfavorecidos.

El discurso de López Portillo ante la ONU fue el toque de salida para que la cancillería mexicana dedicase todos sus esfuerzos a lograr una nueva cumbre del diálogo Norte-Sur, que bajo los auspicios de la Comisión Brandt celebró su última reunión, hace tres años en París, sin obtener apenas ningún resultado visible.

México trata de elaborar cuidadosamente la estrategia de esta nueva reunión para conseguir en ella algo más que buenas palabras por parte de los países más ricos. Energía y alimentos serán los dos ejes centrales del diálogo, que, según el plan inicial, reunirá en tomo a la mesa de negociaciones a más de veinte países. El proyecto mexicano comprende la invitación a ocho naciones industrializadas y a trece subdesarrolladas. No se quiere una reunión masiva, porque significaría trasladar a México por unos días el foro de las Naciones Unidas, con la dificultad que ello entraña para llegar a acuerdos operativos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_