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PAÍS VASCO

Irune Uribe, de quince años, sigue en poder del secuestrador de Vizcaya

Pese a la intensa búsqueda realizada en las últimas horas por fuerzas especiales de la Guardia Civil, hasta última hora de la noche de ayer se desconocía el estado y paradero de Irune Uribe, de quince años de edad, en poder de Felipe Martos, un joven desequilibrado de veintiún años, que la secuestró a punta de pistola, junto con siete compañeros, a los que puso en libertad, en la tarde del sábado, en Galdames (Vizcaya).

El secuestrador, que afirma pertenecer a ETApm, envió con una compañera de Irune, liberada en la mañana de ayer, un mensaje en el que amenazaba con matar a la joven si antes de las doce del mediodía no se le entregaba una metralleta.Los ocho jóvenes -seis chicos y dos chicas-, domiciliados en Sestao (Vizcaya) y todos en edades comprendidas entre los trece y dieciséis años, salieron a las nueve de la mañana del sábado de la citada localidad para dirigirse hacia los montes de Arboleda, con el fin de pasar un día de excursión. Cuando, hacia las dos de la tarde, se hallaban inspeccionando la cueva de La Magdalena, en el lugar conocido como Peñas Negras, fueron sorprendidos por un joven, desconocido para todos ellos, que portaba una pistola y se hacía pasar por miembro de ETA. Les hizo pasar al interior de la cueva, donde les retuvo varias horas, para trasladarles después a unas chabolas.

Posteriormente les obligó, siempre sin violencia alguna, a dirigirse otra vez a la citada cueva. Asustados y sin atreverse en ningún momento a la fuga, los chicos le pidieron que les soltara, «porque si no nuestros padres se van a preocupar». Tras meditar un rato, el secuestrador liberó, hacia las diez de la noche, a Jesús del Buy, Javier Moreno, Eloy Arévalo y Javier González, todos ellos de quince años de edad y estudiantes, no sin antes indicarles que no contaran nada a la policía «si no querían que hiciera daños a sus amigos».

Cuando, entrada la noche, los jóvenes llegaron a su casa, uno de ellos contó asustado las peripecias de la excursión a sus padres, quienes dieron en seguida la voz de alarma a la Guardia Civil.

Las operaciones de búsqueda se intensificaron desde primeras horas de la mañana del domingo. Hacia las seis, al parecer alertado por la presencia de la Guardia Civil, el secuestrador puso en libertad a los jóvenes Luis Rodríguez González y José Luis González Martínez, de quince y dieciséis años, respectivamente, a los que dijo que no soltaría a sus dos compañeras hasta que la Guardia Civil abandonara la zona.

Por las descripciones y detalles ofrecidos por los dos chavales se llegó a la conclusión de que el secuestrador es Felipe Martos Mesa, de veintiún años de edad, que tiene algo perturbadas sus facultades mentales y que anteriormente ha protagonizado secuestros similares de niñas en municipios cercanos a Sestao, sin que en ningún caso sufrieran aquéllas daños ni abusos.

«Es un pobre hombre», declaraba ayer a EL PAIS un amigo del secuestrador.

Sin ningún éxito, fuerzas de la Guardia Civil rastrearon durante todo el domingo la zona, con apoyo de un helicóptero y perros policías. Al parecer, el joven secuestrador había huido de la cueva y se dirigía hacia el pueblo de Galdames. A las siete de la mañana de ayer, en las cercanías del municipio de San Salvador del Valle, aparecía libre y sin daño alguno Mireya Milla, de quince años de edad, alumna del instituto de Sestao, muy asustada tras su secuestro de 42 horas. Comunicó que Felipe Martos Mesa afirmaba ser de ETApm y amenazaba con que mataría a Irune a las doce si no se le entregaba una metralleta. Transcurrido el plazo fijado por el secuestrador, nada se sabía ayer noche del paradero de la joven Irune Uribe. Mientras crecía la incertidumbre y la angustia entre sus familiares, fuerzas especiales de la Guardia Civil (UAR) intensificaban las batidas por la zona.

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