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Normalidad en el funeral por los tres guardias civiles asesinados en Salvatierra

La normalidad, sólo ligeramente alterada por los gritos de un grupo reducido de personas, caracterizó el funeral por las tres víctimas asesinadas por ETA Militar el sábado en la localidad alavesa de Salvatierra, celebrado el domingo en Vitoria. El ministro de Defensa, el delegado del Gobierno y otras altas personalidades civiles y militares presidieron la ceremonia religiosa. La solemnidad del acto se vio interrumpida únicamente por gritos aislados contra el Gobierno.

Momentos antes de iniciarse el funeral, visitó la capilla ardiente el presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar, el cual besó una de las banderas españolas que cubrían los féretros. Piñar, que penetró directamente en la capilla, sin saludar a las autoridades que estaban en el edificio, se limitó a saludar a unos jefes de la Guardia Civil, ya que las personalidades militares y civiles pasaron a unos despachos cerrados. El ministro de Defensa habló unos minutos con familiares de las víctimas. Una señora no identificada dijo que había comunicado al ministro que debía declararse el estado de excepción y enviarse a Euskadi a la legión.Poco después, el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, declaró a Efe: «La única actitud válida es una voluntad política, decidida, de enfrentarnos firmemente al terrorismo con el apoyo de todos, sin distinción de ideologías. No es tiempo de declaraciones, añadió, «las palabras no son las que cuentan en momentos como este, sino que lo que cuentan son las actitudes; no cabe el desaliento».

Rodríguez Sahagún manifestó asimismo que «los terroristas, con la extensión de sus acciones y asesinatos, tratan de crear un estado de ánimo, en la opinión pública española y en el País Vasco en especial, de que cualquier esfuerzo político es inútil, al tiempo que prosiguen su campaña de intimidación sobre la población vasca. Debe quedar claro», finalizó, «que esta no es una lucha fácil ni corta, sino larga y que exige fuertes dosis de tenacidad y constancia. Y debe quedar también claro para todos que en el terrorismo no caben medias tintas».

Por otra parte, un grupo de personas increpó gravemente e intentó agredir en Mieres al presidente del Consejo Regional de Asturias, el senador socialista Rafael Fernández, en el entierro de José Luis Vázquez Plata, cabo primero de la Guardia Civil de Tráfico, asesinado en Salvatierra (Alava), informa nuestro corresponsal J. M. Vaquero.

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