Iglesia y divorcio
Soy uno de esos españoles que acaba de entender cómo es posible que este país no acabe de encontrar la forma de convivir todos juntos sin que los unos nos metamos en la vida de los otros, y los otros, en la de los unos.Que la Ig!esia se defina sobre el divorcio me parece lógico, pero que se atreva a manifestar que el Parlamento no es quién para legislar sobre el divorcio me parece demasiado.
A lo largo de la historia, siempre costó mucho que los sectores conservadores dieran su brazo a torcer en materias discutibles. Siempre se encontró la vanguardia cultural con la Iglesia y los sectores más reaccionarios. Parece que la historia se repite y que en este país nunca conseguiremos llevar una vida normal, sin la intromisión de quienes no tienen derecho a meterse en la vida de los demás.
El Estado no es quién para legislar sobre el divorcio, y la Iglesia sí lo es para anular matrimonios. Muy bonito./
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