Teherán y Bagdad llevan el conflicto a Beirut
ENVIADO ESPECIAL En la primera repercusión violenta de la guerra entre Irak e Irán, registrada en Líbano, las embajadas en Beirut de los dos países sufrieron, en la madrugada de ayer, varios impactos de cohetes y granadas, sin que hubiera que lamentar víctimas, aunque sí se produjeron daños materiales y se temen nuevos enfrentamientos.La Embajada de Irak, en el sector oeste (mayoría musulmana) de la capital libanesa, fue atacada en primer lugar con cuatro cohetes, que alcanzaron los pisos bajos del edificio. Horas más tarde, en un acto de represalia por este ataque, la Embajada de Irán era alcanzada por varios cohetes y granadas.
Los dos ataques provocaron un posterior enfrentamiento entre los servicios de seguridad de las dos legaciones diplomáticas, que intercambiaron durante toda la noche fuego de ametralladoras y de artillería ligera. Las dos embajadas están situadas a sólo unos centenares de metros, y el cruce de disparos entre las mismas ha sido relativamente frecuente en los últimos meses. La intervención de las fuerzas sirias que forman las tropas de seguridad árabes puso fin al combate.
La Voz de Líbano, radio falangista (cristiana), atribuyó el ataque contra la Embajada iraquí a la organización chiita de carácter paramilitar Amal. Por su parte, los iraníes atribuyen el ataque contra su embajada a una facción palestina proiraquí.
Desde que estallara la guerra del golfo, hace doce días, existe el temor de que el conflicto pueda extenderse al Líbano, un país dividido y maltrecho desde la guerra civil de 1975-1976, donde existen decenas de organizaciones armadas que tienen simpatías y obediencias relacionadas con todo el espectro político.
La comunidad chiita de Líbano expresó su apoyo total a Irán en esta guerra, mediante una declaración hecha por el «consejo de uleinas» y por la organización armada Amal. Una facción del partido Baas, de obediencia iraquí, expresó inmediatamente su apoyo al Gobierno de Bagdad, como lo hizo también el Frente de Liberación Arabe, un grupo palestino simpatizante de Irak.
Las autoridades hacen constantes llamamientos a la calma, pero existen serios temores de que la situación pueda deteriorarse.
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