Dimite Craxi, secretario general del Partido Socialista italiano

Nuevo golpe de teatro en la difícil crisis política abierta en Italia: el secretario general del Partido Socialista italiano (PSI), Bettino Craxi, anunció ayer su intención de dimitir del cargo en una reunión de la dirección de este grupo político, celebrada ayer en Roma.

Craxi pidió igualmente a los miembros de la dirección del PSI que presenten su dimisión ante el comité central del partido, para que este pueda proceder a la elección de un equipo dirigente que represente «el conjunto» del partido, con el fin de que «pueda dar al PSI el máximo de estabilidad y de eficacia operacional».

El hundimiento del centro-izquierda (Gobierno de democristianos y socialistas, con apoyo parlamentario de socialdemócratas y liberales), el pasado sábado, tras un voto negativo en la Cámara de Diputados, supuso de hecho un estrepitoso fracaso para Craxi. Líder del ala moderada del PSI y partidario de la alianza con la Democracia Cristiana, era contestado por su ala izquierda, partidaria de una alianza con el Partido Comunista. La caída del Gobierno que preside Francesco Cossiga, que el líder socialista había apoyado lealmente, le sitúa en una posición de evidente debilidad.

Aplazamiento

Analizando la situación política ante la dirección del PSI, Craxi reveló que la crisis de Gobierno traía consigo el aplazamiento del congreso socialista, previsto para diciembre.Consideró que era urgente, ante la gravedad de la crisis política, «eliminar el malestar que desde hace demasiado tiempo impera en la cúspide del partido». De ahí su decisión de presentar la dimisión y su llamamiento a los miembros de la dirección del PSI para que hiciesen lo mismo.

El comité central, que, con antelación a estos nuevos hechos, había sido convocado ya para mañana, deberá designar, ahora, el nuevo equipo dirigente socialista. Tendrá también la tarea, según Craxi, de «precisar la postura socialista ante la crisis».

Según los observadores, la dimisión de Craxi conlleva una complicación suplementaria a la crisis italiana en el momento en que el presidente, Sandro Pertini, se dispone a sacar las conclusiones de sus consultas con los partidos políticos.