Acusaciones y defensas

He leído en EL PAIS del 24 de septiembre la noticia de las acusaciones contra el decano de la facultad de Bellas Artes de Sevilla, Juan Cordero, por parte de un numeroso grupo de estudiantes y también de algunos profesores de dicha facultad.En mi calidad de catedrático interino de Perspectiva, de la facultad de Bellas Artes de Madrid (quizá por poco tiempo), y a título personal, considero dignas de apoyo las denuncias presentadas contra el señor Cordero, al que lamentablemente he conocido por sus actuaciones en dos oposiciones a la cátedra de Dibujo Geométrico de Madrid, tanto en su calidad de opositor como posteriormente en la de secretario de tribunal, siendo en este caso ya decano de la facultad de Sevilla.

Si ya es malo que se den cátedras a personas más capacitadas para otros menesteres que para la propia docencia y la investigación, todavía es peor la herencia que puedan dejar como resultado de sus diversas actuaciones, especialmente administrativas, por el cargo que ocupan, impidiendo el acceso a la enseñanza a personas no sólo más preparadas y con más méritos académicos probados, sino, sobre todo, más honestas. Creo, pues muy positivo para la universidad en general, y para las facultades de Bellas Artes, en particular, la denuncia de tales situaciones bochornosas, ya que ello contribuye a evitar el desprestigio de dicha instituciones./