Las aguas de Madrid, contaminadas

Las aguas de consumo de las zonas norte y centro de Madrid sufren, desde los días 18 y 19 de este mes, una fuerte contaminación bacteriológica que pudiera estar provocando trastornos intestinales en gran parte de la población madrileña. La contaminación de los embalses de Santillana y Valmayor, de los que proceden las aguas de consumo en la ciudad, se produjo a consecuencia de los vertidos de materias orgánicas de los pueblos de sus alrededores.A pesar de que la contaminación se produjo el jueves de la semana pasada, su existencia no fue hecha pública hasta ayer, ya que se producía una disparidad entre los análisis efectuados por el ayuntamiento y los realizados por el Canal de Isabel II. Aunque el director del Canal, señor Urbistondo, aseguraba que los análisis de la delegación municipal no arrojaban datos de contaminación bacteriológica, el propio delegado, Juan Francisco Pla, aseguró a este periódico que habían sido detectadas colonias de colis y estreptococos.

La primera sensación que produce la contaminación del agua es la de un desagradable sabor. Posteriormente, pueden producirse enterocolitis, especialmente en los niños. El agua a ellos destinada habrá de ser más severamente controlada, si bien bastará para su potabilización añadir dos gotas de lejía por litro o hervirla previamente.

Página 23