Las minorías protestan la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial

El Pleno del Congreso de los Diputados eligió ayer a los cuatro vocales del Consejo General del Poder Judicial que correspondía proponer a esta Cámara. No se produjo sorpresa alguna en las votaciones, con lo que las cuatro personas seleccionadas conjuntamente por socialistas y centristas superaron el baremo necesario (tres quintos de los miembros del Congreso) para poder acceder al cargo. La forma en que se fraguó esta elección, consensuada únicamente por centristas y socialistas, fue duramente criticada por los portavoces de algunas minorías, especialmente la comunista.

Los cuatro vocales elegidos fueron: Agustín Azparren, que consiguió 227 votos; Fernando Ledesma, con 225; Gonzalo Casado, también con 225, y Eduardo Jauralde, igualmente con 225 votos. Además de los citados existía otro candidato, Manuel Rico Lara, que consiguió solamente el apoyo de siete diputados. La candidatura de este último había sido avalada por el miembro del Grupo Mixto Juan María Bandrés y el Grupo Andalucista. Durante la votación, que fue secreta con utilización de urna y papeletas, los parlamentarios comunistas optaron por permanecer en sus escaños sin acudir hasta la urna, para expresar de este modo su disconformidad con el silencioso consenso suscrito por socialistas y centristas. El comunista Jordi Solé Tura intervino en el turno que se abrió para manifestar las posiciones de los diversos grupos ante la votación, con duras críticas para socialistas y centristas. «Nuestra minoría», dijo, «es la tercera en importancia y ha sido totalmente marginada de esta decisión. Ha tenido que enterarse de los nombres que se iban a proponer por la Prensa, sin que nadie haya tenido la atención ni la sensibilidad política para comunicárselo directamente. Es el mismo error político que ya se cometió en la elección de los miembros del Tribunal Constitucional».

El portavoz comunista señaló también que la elección había sido un error, entre otras cosas porque en nada beneficiará al Consejo General del Poder Judicial que la elección de sus miembros por el Congreso sea motivo de discordia. «Malo es el error político,», concluyó, «pero peor es reincidir en él. Nuestra protesta quiere ser lo más enérgica posible, sobre todo para que este tipo de errores no se vuelvan a cometer. Va en ello no el amor propio de tal o cual grupo parlamentario, sino el prestigio de todo el Congreso».

En el mismo tono crítico había intervenido minutos antes el diputado de Euskadiko Ezkerra y miembro del Grupo Mixto, Juan María Bandrés, quien señaló que el procedimiento seguido «no se ajusta ni a los ideales ni a los procedimientos democráticos».

Las palabras de Bandrés fueron asumidas por el diputado andalucista Emilio Pérez Ruiz, quien desde su escaño manifestó que a los andalucistas les molestaba el procedimiento que se había seguido. Esta afirmación provocó algunos murmullos en los bancos socialistas, a lo que Pérez Ruiz replicó diciendo: «Los pactos se hacen cuando convienen hacerse. Nosotros los hemos hecho cuando convenía a Andalucía».

Réplicas de UCD y PSOE

Replicaron estas intervenciones los portavoces socialista y centrista. Gregorio Peces-Barba comentó que el PSOE se congratula de que el Congreso de los Diputados haya podido superar la mayoría de tres quintos para elegir los cuatro representantes que corresponden a esta Cámara en el Consejo General del Poder Judicial, organismo que el diputado socialista definió como una especie de ministro de Justicia colectivo, que va a dirigir el funcionamiento de un órgano esencial para la convivencia.

Peces-Barba agregó: «Creo que nuestra actuación en esta elección es el mejor ejemplo de que nosotros, los socialistas, no hacemos impasses que impidan el, funcionamiento de la democracia y de las instituciones».

Finalmente, Javier Moscoso explicó la posición centrista, señalando que su grupo siempre ha tenido respeto a las minorías, «pero no puede supeditar ese respeto a los intereses del Estado».