Joyero muerto por dos individuos que pretendían venderle varios objetos de oro

El dueño de un establecimiento de compraventa de oro y plata de la calle de Augusto Figueroa, número 15, Antonio Fichera Concetto, nacido en Italia, hace 45 años, falleció en la mañana de ayer como consecuencia del disparo efectuado por un individuo que pretendió venderle algunos objetos de oro. En la discusión entablada se cruzaron varios disparos y el presunto homicida logró huir a pie por las estrechas calle de la zona.Hacia las diez y cuarto de la mañana de ayer, dos individuos de mediana edad penetraron en el establecimiento y pretendieron que el dueño les tasase y comprase varios objetos de oro. Antonio Fichera solicitó a los vendedores que le mostrasen documentación que justificase la propiedad de las piezas, por lo que se entabló una discusión. En medio de ésta, uno de los individuos sacó una pistola, instantes antes de que el dueño, el señor Fichera, empuñase un revólver. Se estableció un tiroteo y mientras el que esgrimía la pistola alcanzó con un único disparo al dueño, a la atura del pecho izquierdo, la víctima erró en los dos disparos que efectuó. Según relató a EL PAÍS el único testigo de los hechos, Alberto, empleado del establecimiento, nada más herir al señor Fichera, los individuos salieron corriendo hacia la calle de Fuencarral, que se encuentra a unos cincuenta metros del local, dirigiéndose hacia la zona norte de la calle, por donde lograron despistar a sus perseguidores.

Tras los presuntos homicidas salió Alberto, el empleado del establecimientos, que, según algunos testigos, esgrimía un arma, pero a pesar de los gritos dados para pedir auxilio no consiguió alcanzar a los dos individuos. Mientras tanto, varias personas que viven o trabajan en las cercanías del local se acercaron a la tienda y se encontraron al señor Fichera tendido en el suelo, y aunque en el primer momento no notaron ninguna herida de bala, según señalaron a EL PAÍS, el dueño del establecimiento se hallaba en estado preagónico.

Más de veinte minutos después de los hechos, y ante la pasividad de las personas que se iban agrupando frente al local, una de las empleadas de una tienda de animales y el dueño de un almacén de curtidos cercanos lograron parar un automóvil que circulaba por el lugar, introducir a la víctima en él y llevarlo al hospital de la Cruz Roja, donde poco después falleció, hacia las doce del mediodía.

Antonio Fichera Concetto estaba casado y era muy apreciado entre los vecinos, según señalaron varios de éstos a este periódico. «Oiga, no es tópico: era muy amable, educado y saludaba a todo el mundo siempre», manifestó la chica que ayudó a introducirlo en el automóvil. El establecimiento, que se encuentra entre las calles de Hortaleza y Fuencarral, llevaba abierto entre dos y tres años. En la esquina, con la primera calle citada, se encuentra otra joyería, y justo al lado del local del suceso se encuentra una tienda de lanas que también fue atracada hace poco tiempo.

El pasado lunes, la junta de gobierno del gremio de joyeros y plateros de Madrid difundió un comunicado (véase EL PAÍS del pasado jueves día 18) en el que se exigían responsabilidades por los asesinatos de dos compañeros, Felipe Vicente y Jaime Méndez, ocurridos en las últimas semanas en la capital. Antonio Fichera es la decimotercera persona, en lo que va de año, en Madrid, que fallece víctima de un asalto a comercios.