La región polaca de la alta Silesia, paralizada por la huelga de los transportes públicos
Los acuerdos firmados por los «sindicatos independientes» y las autoridades gubernamentales no han traído la paz laboral a Polonia. Ayer, todas las ciudades de la Alta Silesia, una de las regiones del país en las que el Partido Obrero Unificado cuenta con más apoyo, se vieron afectadas por una huelga de los transportes públicos, que obligó a presentar su dimisión al primer secretario del partido en Katowice. La retirada del político, solicitada por los huelguistas, muestra la fuerza que están alcanzando los nuevos sindicatos y explicaría los temores del Gobierno, que ahora intenta, según denunció el líder obrero Leh Walesa, suprimir «una por una» las concesiones realizadas.
Menos de tres semanas después de la huelga de los mineros de la Alta Silesia, la región industrial de Katowice, considerada tradicionalmente como la principal base de apoyo del régimen polaco, se volvía a convertir ayer en un punto caliente de la reivindicación obrera.El movimiento huelguístico se inició el miércoles por la noche en el servicio de tranvías de Katowice, para extenderse posteriormente a otros sistemas de transporte y a las ciudades próximas.
Los trabajadores piden un incremento de sus sueldos, que se establezcan nuevos baremos salariales y tener sábados libres. Ayer se establecieron conversaciones para llegar a acuerdos entre los representantes de los huelguistas y una comisión gubernamental.
El dirigente sindical Lech Walesa ya había anunciado que se producirían nuevas huelgas si continuaba la política dilatoria de las autoridades de Varsovia a las peticiones de los sindicalistas.
En una entrevista concedida a la agencia , Walesa aseguró que «todas las conquistas obtenidas en el acuerdo de Gdansk nos están siendo arrancadas».
Al denunciar las tácticas del Gobierno, Walesa resaltó que «el Gobierno quiere conducirnos hacia una vía de estancamiento». Sin embargo, el sindicalista no descartó cierta responsabilidad de los propios trabajadores a la hora de actuar.
Al abordar la situación del movimiento pro libertad sindical, Walesa afirmó su voluntad de continuar la lucha: «Ahora diremos que no y actuaremos en consecuencia».
El «sindicato independiente» (MKZ), de Gdansk, también acusó a los sindicatos oficiales de recurrir a la «mentira» y a la «provocación» para impedir el desarrollo de las nuevas organizaciones sindicales.
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