El Valle-Inclán vuelve a ser teatro
El madrileño teatro Valle-Inclán recobra hoy su actividad habitual: la escénica. Desde el año pasado hasta ahora venía funcionando como sala de proyección, con programas de películas eróticas o de aventuras. Y, con anterioridad, tuvieron lugar en este teatro de la calle de la Princesa recitales de música y algunas experiencias teatrales vanguardistas.La tónica general de la programación del Valle-Inclán han sido la comedia, y ert su última etapa, justo antes de convertirse en cine, fueron, repuestas varias obras de Alfonso Paso. También ha sido escenario del debú de jóvenes autores españoles, como Ana Diosdado, que estrenó Olvida los tambores.
La obra con que se reanuda la temporada teatral en el Valle-Inclán es La gran gozada con mucha sal y pimienta, una sátira política, con ilustraciones musicales. Su autor es Jaime Ríos; la dirige Justo Pastor (artífice de Charly, no te vayas a Sodoma), y Marisa Porcel es la protagonista, junto a travestidos y jóvenes imitadores.
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