La reducción de los índices permisibles de contaminación irá a Consejo de ministros
Las medidas reductoras de los índices permisibles de contaminación atmosférica en casi un 50% serán sometidas a un próximo Consejo de Ministros, a propuesta de la Comisión Interministerial de Medio Ambiente (CIMA). No existe, sin embargo, la medida complementaria consistente en un plan automático de emergencia en el caso, más que previsible para este otoño (con nuevas perspectivas de tiempo seco y soleado), de que se produzca en las próximas semanas o meses un fuerte aumento de la contaminación atmosférica.El ejemplo del pasado otoño, en el que entre los días 25 de noviembre y 8 de diciembre se sobrepasaron ampliamente los límites permisibles para un solo día en varias ocasiones, apenas ha servido para algo. Tampoco el Ministerio de Sanidad dispone de un estudio documentado sobre la incidencia de la contaminación en la mortalidad de los madrileños. Únicamente se maneja un documento de catorce folios elaborado por el subdirector general de Sanidad Ambiental, doctor Sánchez Murias, si bien está lleno de consideraciones generales y no aporta datos concretos.
No obstante, las autoridades sanitarias desmintieron en ocasiones la cifra de setecientos muertos adicionales que, sólo en Madrid, fueron imputados directamente al incremento de la contaminación en las fechas citadas, según fuentes médicas competentes.
Por otra parte, los estudios de Lawther y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que el índice de mortalidad a causa de la contaminación atmosférica puede verse incrementado si se superan las concentraciones de humos y SO2 en 700 Vg/m3 y 750 Vg/m3 durante el promedio de veinticuatro horas. El estudio de Sánchez Murias señala, en este sentido, que durante el pasado episodio madrileflo «no se sobrepasaron los 434 Vg/m3 para el SO2 y los 243 Vg/m3 para el humo», por lo que el informe deduce «que no fue encontrado aumento en la mortalidad durante esos días debido a la contaminación atmosférica».
El citado informe señala, además, que «el número de ingresados en los hospitales madrileños por problemas respiratorios, fundamentalmente ancianos y enfermos crónicos, aumentó considerablemente durante el pasado mes de diciembre», cuando Madrid estuvo a punto de sobrepasar los límites legales de emergencia. Este aumento fue observado en comparación con la media obtenida de ingresados por las mismas causas en los diez últimos años, lo que demuestra que las afecciones respiratorias de los madrileños pueden verse agravadas por la contaminación si se produjera una situación como la del año anterior, situación previsible debido a las nuevas perspectivas atmosféricas.
Aunque no se registró aumento en el índice de ingresados por enfermedades cardiovasculares, como señala el informe, con concentraciones cercanas a los 500 ug/m3 de S02 y humos puede producirse un aumento en la incidencia de la patología por la contaminación, sobre todo en el aparato respiratorio, y esta cifra, en sus niveles puntuales, fue superada en algunos puntos de Madrid como en la glorieta de Quevedo.
También manifestó Sánchez Murias que «en algunos puntos de España donde han sido realizadas muestras mediante espirometría sobre el estado funcional de 4.000 niños, fue encontrado que la prevalencia de bronquitis/neumonía estaba fuertemente influenciada por los humos. A concentraciones tales como 100 Vg/m2 de humo estándar, las respuestas positivas superan el 50%», cifra que ha sido rebasada en muchas ocasiones en Madrid. Actualmente el nivel de contaminación en la capital es muy bajo y la tormenta de anteanoche, además, limpió el medio ambiente.
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