Dramática "rentrée"

(...) Por si alguien se hacía ilusiones, los mensajeros del odio nos han recordado con esta dramática rentrée que los problemas de orden público siguen en pie y justifican una alerta permanente. Mientras los profesionales del crimen, al servicio de oscuros intereses, sigan moviéndose entre nosotros poco menos que como pez en el agua, y los mecanismos de la seguridad y los resortes de la justicia no conozcan una perfecta puesta a punto, nada permite que bajen la guardia aquellos que tienen por principal responsabilidad la protección de la convivencia ciudadana. ( ... )La preocupación y seriedad que imponen sucesos de tan grave naturaleza contrastan con el juego de bizantinas especulaciones, en el que es posible continúe entreteniéndose nuestra todavía imberbe clase política. Juego al que da pábulo, es cierto, la irresolución de una crisis de poder mal disimulada y abusivamente prolongada.

Cuando además de los problemas de seguridad, trágicamente actualízados, se amontonan los económicos sin solución de continuidad, asistimos al deplorable espectáculo de un equipo de gobierno a la espera, desde hace semanas, de que alguien tome de veras las riendas del maltrecho carro de nuestras finanzas. No están los asuntos para que, además de los que se nos vienen encima en virtud de una muy seria situación internacional, tengamos que sufrir las consecuencias de unas desavenencias políticas personales en las más elevadas esferas. ( ... )

3 de septiembre