El ayuntamiento espera cuadruplicar sus ingresos por el impuesto de la contribución urbana
El deseo municipal de que todos los propietarios de viviendas paguen el impuesto de la contribución territorial urbana se verá satisfecho dentro de dos años, cuando se logre saber cuántas viviendas hay en Madrid, cuántos metros cuadrados tienen de superficie y otros datos que permitan tener un censo acorde a la realidad. El desconocimiento del número de viviendas, por parte del ayuntamiento, se debe a que hasta ahora no existía siquiera un censo de edificios, cuya confección comenzó a ser realizada por Gerencia de Urbanismo el pasado mes de abril. Cuando se tenga el censo definitivo de viviendas, los ingresos municipales podrían pasar de 4.000 millones a cerca de 15.000 millones de pesetas, convirtiéndose así este impuesto en el más fructífero de todos.
Antes de que termine este mes comenzará a funcionar en Madrid un consorcio para la gestión e inspección de la contribución territorial urbana. Este consorcio, cuya creación fue aprobada por el Gobierno el pasado mes de julio, va a intentar cuadruplicar los ingresos municipales por este concepto a partir de 1983.Según manifestó uno de sus miembros, Baltasar Aymerich, delegado municipal de Hacienda, en la actualidad el proceso, que se sigue para pagar este impuesto es muy complicado.
El nuevo propietario se da de alta, al comprar la vivienda, en la delegación provincial de Hacienda: tras la aplicación de unos baremos, ésta confecciona el recibo que se le presentará al cobro al propietario. Estos recibos no son, sin embargo, cobrados por la misma delegación, sino que son enviados a la diputación provincial, cuyos recaudadores se encargan de realizar el cobro. El dinero así obtenido es entregado a Hacienda. Para no tener, entre tanto, al ayuntamiento sin cobrar, la delegación de Hacienda entrega mensualmente una cantidad a cuenta de lo que se espera obtener; si se obtiene más, en el mes de febrero o marzo del año siguiente se paga un finiquito con la cantidad sobrante.
Todos estos pasos parece que desaparecerán, ya que los representantes municipales en el consorcio quieren eliminar la complejidad del sistema.
El segundo, paso que al parecer, acometerá el consorcio será confeccionar un censo que recoja el número de viviendas existentes, su superficie y el nombre de su propietario. Este censo, según Aymerich, puede suponer dos años de trabajo, «ya que habrá que subir piso por piso, comprobar las altas efectuadas y actualizar las valoraciones».
El proceso contará con la cooperación de Hacienda para que las altas que se produzcan se conviertan inmediatamente en recibos. De esta forma se evitará el impago de este impuesto por personas que, habiéndose dado de alta en Hacienda, no han recibido ninguna notificación para pagar.
200.000 nuevos contribuyentes
«Este año, por ejemplo, se van a cobrar 200.000 nuevos recibos, correspondientes a otras tantas altas, que se encontraban acumuladas en Hacienda. El cobro a estos propietarios que no recibieron en años anteriores el recibo supondrá incrementar ya este año los ingresos municipales», manifestó Aymerich.Según un balance hecho por el departamento de Intervención, el impuesto sobre contribución territorial urbana iba a producir este año unos ingresos de 4.250 millones de pesetas. Hasta ahora, sin embargo, sólo se han percibido unos 1.120 millones y se cree que antes de fin de año la cantidad recibida de la delegación de Hacienda se elevará, por problemas de funcionamiento. a 2.240 millones de pesetas, es decir, un 52,8% de lo previsto.
Según informó el delegado de Hacienda, el año que viene posiblemente se revalorizarán las bases del impuesto un 10% o un 20% en toda España. En 1983, una vez efectuado el censo, se actualizará el impuesto, con lo que posiblemente se producirá una nueva subida, aparte de que muchos propietarios se verán obligados a pagar por primera vez; después, cada tres años, el impuesto sufrirá nuevas revalorizaciones, tal como permite la ley.
Con estos incrementos, tanto de la cuantía del impuesto como del número de contribuyentes, los responsables municipales esperan recaudar para 1983 cerca de 15.000 millones de pesetas.
Los encargados de controlar, estudiar, aprobar y vigilar el proceso de gestión de la contribución territorial urbana serán, por parte del ayuntamiento: el alcalde, el cencejal responsable de Hacienda, el delegado de Hacienda y dos funcionarios. Por parte del ministerio actuarán dos subdelegados de Hacienda y tres funcionarios que, junto con los miembros del ayuntamiento, compondrán el consejo de dirección. Aparte de este órgano existirá un gerente elegido por el consejo de dirección, que tendrá que ser funcionario de los cuerpos superiores de Administración pública.
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