Tensión política ante las elecciones generales de Portugal
A quince días del comienzo oficial de la campana electoral portuguesa, el clima político se caracteriza por la tensión creciente, el fuego cruzado de las acusaciones y la actividad de todas las fuerzas políticas, económicas, sociales y culturales de Portugal. Todo el mundo tiene hoy una opinión a formular, un consejo a dar en vista a las elecciones del 5 de octubre.Y cuando el consejo no basta, queda el recurso a la amenaza generalmente acogida con incredulidad; los rumores de golpes de Estado terminan por crear una cierta preocupación en la opinión.
Ahora, la acusación viene lanzada por Arnaldo Matos, dirigente de una pequeña formación maoísta, el MRPP. Pero si Matos no hizo más que expresar ante la televisión portuguesa una serie de sospechas sobre supuestos compromisos de elementos ligados al candidato de Alianza Democrática a la presidencia en maniobras de contrainformación, espionaje y reconstitución de una policía política al servicio de los partidos en el poder, las acusaciones cobran otro crédito cuando vienen relatadas, en tono aparentemente objetivo, en el suplemento semanal del Expresso, dirigido por el socialdemócrata Marcelo Rebelo de Sousa.
El artículo del Expresso parte de la reciente expulsión de Portugal de cuatro diplomáticos soviéticos para plantear una serie de preguntas preocupantes acerca de los objetivos y de la acción en portugal de los servicios secretos occidentales y de algunas milicias privadas, como la Asociación de ex Militares, comandos a su vez. Los dirigentes de la oposición expresan su preocupación acerca de la crisis que puede resultar de la decisión asumida por Alianza Democrática de no formar Gobierno, en caso de victoria electoral en octubre, si el general Eanes es reelegido a la presidencia.
