"Sa Carneiro es incapaz de resolver los problemas sociales portugueses", según Mario Soares

«Sea cual fuere la evolución de los regímenes español y portugués, el hecho cierto es que las relaciones entre ambos países, incrementadas desde la caída de las respectivas dictaduras, van a continuar siendo muy estrechas», dijo el secretario general del Partido Socialista portugués y ex primer ministro, Mario Soares.Pregunta. ¿Las conquistas de la revolución de los claveles no corren peligro ahora? ¿No hay, también en Portugal, un corrimiento del electorado hacia la derecha, y la consiguiente posibilidad de que los futuros Gobiernos deshagan el programa de la revolución de abril?

Respuesta. Evidentemente, las fuerzas de la derecha levantan la cabeza de nuevo, pero creo que es un reflejo típico que sucede a un período revolucionario, y del que salimos ahora para volver al punto de partida. Creo que los socialistas vamos a ganar las elecciones, porque el actual Gobierno de la derecha, que preside Sa Carneiro, no tiene capacidad para resolver los problemas sociales, en particular los de empleo, que son muy agudos en Portugal, y porque esa tendencia del electorado hacia la derecha puede estar rompiéndose, como muestra el gran desencanto que hay ya en Inglaterra contra el Gobierno conservador. Pienso que 1980 va a ser el año del regreso de los socialistas al Gobierno en Portugal.

P. Las elecciones generales de octubre y las presidenciales de diciembre, caso de triunfar, en la primera, la coalición que preside Sa Carneiro, y en la segunda, el presidente Eanes, que es el candidato de los socialistas, ¿dejarían a Portugal en un callejón sin salida a la actual crisis?

R. Efectivamente. Caso de suceder así, se produciría un bloqueo constitucional, porque la coalición de derechas ha dicho que no formará Gobierno si permanece el general Eanes en la presidencia, lo que damos por hecho. Pero ese es un problema para ellos, que han entrado en un sistema de guerra constitucional permanente con el presidente de la República y con el Consejo de la Revolución, porque la coalición de la derecha que gobierna ahora mi país tiene la permanente tentación de hacer regresar el sistema político portugués al sistema que existía antes del 25 de abril, especialmente en lo que se refiere al aspecto económico, destruyendo el sector público, desnacionalizando la banca o devolviendo tierras a los latifundistas. El problema para Sa Carneiro es que esas intenciones económicas tienen implicaciones políticas, porque tratan de quebrar el poder de los trabajadores y del movimiento cooperativista, que es muy fuerte en Portugal, y de controlar y manipular los medios de información. Especialmente la televisión y la radiodifusión, y ello ha hecho saltar a la propia coalición formada por cuatro partidos, con la salida de los reformadores, lo que ha roto prácticamente una mayoría que no era difícil de romper. Esa es la verdad, porque Alianza Democrática, de Sa Carneiro, hizo promesas que no ha podido cumplir, porque ha hecho mucha demagogia y porque, a la postre, se ha revelado como un Gobierno de clase al servicio de la restauración de los antiguos grupos económicos.

P. La política española, la intervención de los partidos y los líderes españoles en la campaña electoral portuguesa, ¿pueden incidir en los resultados?

R. Sí, desde luego. En el caso de la derecha, pienso que desde que se creó AD, la coalición de Sa Carneiro, ha habido un cierto paternalismo -quizá un poco sospechoso a los ojos de los portugueses- de UCD respecto a AD, porque Sa Carneiro no se ha limitado a copiar el modelo de UCD, sino que ha importado también los técnicos para su campaña y está aprovechando ciertas noticias manipuladas que inspiran periódicos y revistas españoles, y que tienen repercusión en Portugal.