Se investiga una posible negligencia de funcionarios de Alcalá

La hipótesis principal que maneja una comisión investigadora creada por el ministro de Justicia para aclarar los extremos de la evasión de los diez reclusos, descansa en que pudo haber existido negligencia por parte de algún funcionario de la prisión, en el sentido de que no se revisaron los paquetes en los que se pudieron introducir, junto a alimentos o ropas, las armas utilizadas.La investigación contempla igualmente la posibilidad de que pudiera estar implicado en la fuga algún funcionario, que permitió, directa o indirectamente, la entrada de las armas, aunque este extremo no tiene aún ninguna base segura de análisis. Parece confirmarse que hubo mal funcionamiento humano en los dispositivos de seguridad de la cárcel, lo que explica el aparentemente fácil acceso de los evadidos hasta el exterior de la prisión.

Pese a todo, las autoridades penitenciarias guardan un secreto total en torno a todos los puntos de la investigación, y la dirección de la cárcel, por su parte, se niega a hacer cualquier tipo de declaraciones.

La causa que abona la posibilidad de negligencia por parte de algún funcionario, es que las tres pistolas utilizadas en la tarde del lunes entraron, según casi todos los indicios, troceadas y que fueron recompuestas en el interior de la prisión.

Según se ha podido saber, hace alrededor de tres semanas -a principios de mes- policías y funcionarios de la prisión realizaron una minuciosa requisa en la cárcel, sin que se observara ningún detalle tendente a la preparación de una fuga y sin que se encontraran armas. La requisa formó parte de las que normalmente se realizan en las prisiones españolas con cierta periodicidad, que tampoco es fila, y está a la discreción de cada director de prisión. Se cree, en cualquier caso, que las armas fueron introducidas en los últimos tres o cuatro días.

Se cree saber que el proyecto de evasión y su realización fue obra de los reclusos colombianos. En cualquier caso, de los diez fugados, todos ellos presos preventivos, el que más tiempo llevaba en el centro tenía una antigüedad de diez meses. También parece probable que los reclusos se conociesen en el interior de la prisión. Queda fuera de toda duda que hubo ayuda exterior, no sólo en la aportación de las armas sino en la infraestructura de la huida.