Una tormenta de granizo causa destrozos en Burgos y en Segovia
Un brusco cambio meteorológico en la noche del lunes, que afectó a la mitad norte de la Península, originó diversos fenómenos tormentosos en distintos puntos de la meseta y de la Mancha que originaron cuantiosas pérdidas, especialmente en el valle del Arlanza, en Burgos.El 60% de las cosechas de este valle burgalés resultaron dañadas como consecuencia de la tormenta de agua, granizo y viento que cayó en la noche del lunes sobre la zona. Numerosas localidades se vieron afectadas por la tromba de agua caída a lo largo de toda la tarde, especialmente Lerma, Salas de los Infantes y Covarrubias.
En Covarrubias cayeron gran¡zos del tamaño de una nuez, y en Lerma el pedrisco alcanzó una franja de unos dos kilómetros de largo por unos cuatro de ancho. La tormenta se produjo en plena recolección, y las pérdidas se cifran en más de setenta millones de pesetas.
En la capital segoviana cayó en la madrugada de ayer la mayor tormenta que se recuerda en muchos años. Un gran vendaval se desencadenó hacia las 19.30 del lunes, y numerosas ramas de los árboles fueron desgajadas por el empuje del viento, que arrebató también tejas de las techumbres de algunos edificios.
La tormenta de agua, viento y granizo se prolongó hasta primeras horas de la mañana de ayer, y en Segovia capital el suministro eléctrico quedó interrumpido en varias ocasiones. Otro tanto pasó con las comunicaciones telefónicas, que quedaron igualmente interrumpidas durante varias horas.
Los efectos de la tormenta se dejaron sentir también en los pueblos de la provincia, especialmente en los cercanos a la sierra.
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