Defensa oficial de la solución sur de Soria

La llamada solución sur puede ser una alternativa válida para conjugar el desarrollo económico de Soria, preservar a esta capital de un tráfico intenso en su centro urbano y conservar los valores paisajísticos de los alrededores de la capital, según ha manifestado a Efe el director general de Carreteras, Juan B. Diamante Carrera.Desde que se dio a la publicidad el proyecto de ingeniería de la llamada solución sur hasta que, con fecha 29 de mayo, el ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Jesús Sancho Rof, dio el dictamen favorable a la realización del proyecto han surgido, tanto en el ámbito local como nacional, fuertes polémicas sobre la conveniencia de llevar a cabo la realización de este proyecto.

Sobre la conveniencia de elegir la variante sur, uno de los principales argumentos de la Administración se basa en que en esta zona el paisaje ha sido ya deteriorado por la construcción de una fábrica de plásticos y una vía de ferrocarril, construida cuando todavía vivía Antonio Machado, y que no suscitó ningún tipo de protestas. Por otra parte, la tendencia dentro de la Administración de Obras Públicas y, concretamente, en la Dirección General de Carreteras, es la construcción de carreteras al lado de la vía del ferrocarril, con el objeto de abrir una sola herida en el paisaje.

Por otro lado, el director general de Carreteras aduce el argumento de que, con el tiempo, una carretera termina introduciéndose y formando parte integral del paisaje. «La naturaleza», afirma, «la construimos en parte los hombres. Si hubiera habido grupos ecologistas en los tiempos en que se construyó el acueducto de Segovia, esta obra, ahora perfectamente integrada en el conjunto de la ciudad, no se hubiera llevado a cabo».

El señor Diamante, que admite la posibilidad de poder cambiar la variante sur, si así lo decide el Gobierno, opina que «hay que buscar la compatibilidad para que la forma de vida se deteriore lo menos posible», pero admite que, en proyectos de este tipo, suelen siempre surgir intereses particulares, económicos y culturales.

El director general de Carreteras opina que el problema ha sido sobredimensionado por diferentes grupos, y que se están buscando razones para apoyar posturas más que para encontrar soluciones idóneas. «Se ha planteado el tema», explicó, «de forma poco serena».