"La derrota de Banisadr"
Todo indica que la República Islámica de Irán será de corte parlamentario en vez de presidencial. La designación de Mohammed Ali Radjai como primer ministro confirma de forma decisiva el fracaso de Banisadr para ejercer la autoridad.( ... ) Cuando Banisadr fue elegido en enero pareció que tenía probabilidades de imponer su autoridad, ya que el Parlamento aún no estaba constituido e Irán se enfrentaba con un gran número de partidos en juego, ninguno de los cuales contaba con el apoyo mayoritario. Incluso, al producirse las elecciones parlamentarias que dieron la mayoría al Partido Islámico Republicano, muchos observadores dudaron si a la hora de la verdad este partido tendría la disciplina para funcionar como mayoría coherente e imponer las normas parlamentarias.( ... )
Estas observaciones y predicciones probaron ser completamente erróneas. El Partido Islámico Republicano fue obteniendo una creciente firmeza y autoconfianza; así, el presidente se ha visto progresivamente a estar a la defensiva. Al ver que el candidato por él propuesto para ocupar el puesto de primer ministro fue rechazado, tuvo que aceptar a aquel elegido por el Parlamento; utilizando una fórmula, con intencionadas palabras, Banisadr dejó claro que no tenía otra opción posible.
(...) El factor crucial en el fracaso de Banisadr fue la pérdida de confianza hacia él por parte del imán, pese a la amistad que le unía con su hijo. Esto sucedió, en parte, debido a que al intentar afrontar los problemas reales de Irán esto le condujo a presentar unas propuestas que el PRI consideró peligrosas y comprometedoras para el Islam. Esto se vio como una posibilidad de influencia occidental. Además, no puede olvidarse que Banisadr no fue capaz de restaurar el orden en su país o llevar a cabo algunas reformas.
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