Explicación y tangibilidad
El nuevo sistema fiscal, para que funcione, y es necesario que así sea, además de información masiva, precisa de un marco económico adecuado, con unas relaciones laborales en las que el despido libre deje de ser «el coco heredado» (sepan los no informados que en países socialistas está permitido), en las que el reciclaje-capacitación de especialistas en paro sea efectivo, además de real, y el que la productividad del trabajador, la del equipo industrial y la ordenación del capital sean óptimas.El sistema fiscal puede, y debe, devolver la confianza de todos en nuestra economía: la credibilidad en nuestras empresas, como medio catalizador de inversiones en el mercado de capitales; pero difícilmente se conseguirá, si los ciudadanos y campesinos lo único que perciben es que, cada vez más tienen que contribuir, directa o indirectamente, más se amplía el complejo burocrático, se sienten más controlados, las obligaciones fiscales se multiplican, la facilidad recaudatoria aumenta, con cada impuesto encuentra sorpresas interpretativas de última hora, se reglamenta incluso con los impresosa cumplimentar y no se les dan a conocer programas gubernamentales de actuación de lo que se hace y hará con su dinero. En resumen, se pide y precisa: explicación, transparencia y tangibilidad del poder ejecutivo./
. Barcelona.