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San Martín no puede garantizar la asistencia sanitaria acerca de 20.000 veraneantes

Juan Antonio González, concejal comunista encargado del área de Sanidad, reconoce que los beneficios de la proliferación de urbarnizaciones para el pueblo han sido importantes, pero afirma también que los problemas que plantea son muy graves y de so lución imposible si no se cuenta con la ayuda de la Administra ción central, que por ahora no hay. Los beneficios son fundamentalmente que San Martín de Valdeiglesias se ha convertido, de hecho, en la cabecera de la comarca. Durante muchos años, la construcción dio trabajo suficiente, hasta el punto que hubo que traer mano de obra. de municipios cercanos (hoy se contabilizan en el pueblo más de cien parados). El comercio ha experimentado un auge importante, la subida del nivel de vida ha fomentado la aparición de industrias medias.

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Los inconvenientes son tan importantes como las ventajas, si no más, y giran todos en torno al problema que supone dar asistencia sanitaria, servicios de basura y vigilancia a más de 20.000 personas que componen la población flotante. El más grave de todos ellos tal vez sea el sanitario. Los dos médicos de San Martín no dan abasto a atender a las personas con dolencias veraniegas que acuden a la consulta. Las visitas a domicilio son casi impensables, por el tiempo que llevan y la desatención que suponen para casos urgentes imprevistos. Los accidentes que puedan suceder en carretera dependen casi exclusivamente de Madrid, puesto que en San Martín apenas se podría hacer una cura de urgencia. Por otra parte, la alegría -más bien imprudencia temeraria o quizá algo más serio- con que se han construido las viviendas unifamiliares que al margen de las grandes urbanizaciones se reparten por los alrededores origina a veces accidentes trágicos. El último, ocurrido a fines de junio, fue la muerte de cuatro componentes de una misma familia, padres y dos hermanos mayores, ocurrida en un chalé de la zona de El Barranco. Según las deducciones de la Guardia Civil, el pozo de extracción sufrió una avería y se saturó de monóxido de carbono. Cuando el padre bajó a ver qué podía hacer, ya no pudo salir. A continuación fueron la madre y dos hermanos mayores quienes se internaron en el mismo para averiguar la tardanza de los anteriores. Cuando uno de los tres hijos pequeños restantes se asustó y pidió ayuda, los vecinos y la policía sólo extrajeron cuatro cadáveres.

Otros problemas graves relacionados con la higiene son los del agua y recogida de basuras. El embalse de San Juan abastece tanto a Madrid como a los pueblos cercanos, pero cuando baja de nivel son los segundos quienes pagan las consecuencias. Él Canal de Isabel Il asegura mediante sus potabilizadoras que el consumo de la capital no mengüe en calidad, pero los pueblos no disponen de esos recursos, y a veces, por mucho que se clore el agua no basta para eliminar los elementos en suspensión que arrastra el líquido. El servicio de basuras está contratado con una empresa que, ante la negativa del anterior ayuntamiento a incrementar los pagos, optó por la alternativa de rebajar la calidad de la asistencia. La anterior corporación estuvo de acuerdo en cierta forma, porque minimizó de cara al pueblo la degradación del servicio y presentó el acuerdo, como un signo de preocupación por el ahorro y la austeridad municipales. Los concejales actuales estiman que dejar basuras sin recoger crea continuamente el peligro de infecciones para la población, y que la solución, definitiva será invertir lo necesario y municipalizar el servicio. Todavía habrá que esperar dos años para hacerlo, fecha en que termina la contrata con la empresa.

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