Triunfo de "El Soro" con fáciles novillos
Cuatro novillos de Manolo González y dos, segundo y sexto, con el hierro de su esposa, Socorro Sánchez Dalp. Han cumplido en el tercio de varas y llegado a la muleta dejando estar a los toreros, cogiendo el engaño con bondad. Mario Triana (oreja benévola y dos orejas protestadas). Al iniciar la vuelta al ruedo tiró una y la autoridad le amonestó. E oro, vuelta en su primero, con petición y dos orejas, con insistente petición de rabo. Manolito González aviso y palmas y aplausos.Con El Soro han vibrado todos los que llenaban la plaza en más de los dos tercios del aforo. Era mucha la responsabilidad que se había echado sobre sus propias espaldas el torero valenciano, y lo acusó durante toda la tarde, pero eso no fue suficiente para impedir que ofreciera hoy algo más de lo que parecía iba a ser su bandera, el valor. Se arrima con sinceridad e intenta torear con pureza. Piensa delante de los toros y en cada momento hace lo necesario. Su único lunar en esta tarde ha sido cambiár los terrenos a su primero, llevándoselo a sol para instrumeniar la última serie y entrar, a matar. El toro esta ba entregado en el tercio del primer buriadero, y, allí pedía la muerte. Perdió las orejas al pinchar dos veces. Luego, cuando vio que tenía que apretar el acelerador para no irse de vacío, no se lo pensó. Se arrimó para que el triunfo no se le fuera.
Manolito González, discreto
Manolito González no ha estado del todo mal; pero, con cuatro novilladas toreadas, el hombre ha hecho lo que ha podido. En el que cerró plaza pudo haber recogido el premio a una excelente serie con la derecha si no atraviesa al toro.
Mario Triana, a pesar de las tres orejas que le ha regalado el comisario, que estaba en el palco, Enrique Conde Agud, no ha dado la impresión de ser un hombre preparado para la alternativa. Ni mucho menos. El comisario, muy mal. Para estar allá arriba, en una plaza de primera, hay que medir más el quehacer de los toreros.
