Estados Unidos acepta dialogar con la URSS sobre euromisiles

El Gobierno norteamericano está dispuesto a iniciar las conversaciones con la Unión Soviética para el control de los euromisiles de alcance medio, según anunció ayer oficialmente, en Bruselas, el secretario de Estado adjunto Warren Cristopher, al término de la reunión del Consejo de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Norteamérica -precisó Cristopher- desea que las conversaciones se centren fundamentalmente en los llamados «misiles nucleares de teatro de alcance medio», es decir, los SS-20 soviéticos y los Cruisse y Pershing-2 norteamericanos desplegados en Europa occidental. «De cualquier forma», añadió, «esto no constituye una precondición, se trata simplemente de nuestra posición».

El secretario de Estado adjunto señaló que la Unión Soviética ha variado su posición inicial en dos puntos: primero, no exige que se ratifiquen los SALT II antes de comenzar a negociar los SALT III, aunque insiste en que dicha ratificación deberá producirse como condición para que los posibles acuerdos posteriores sean efectivos y, segundo, no exige que la OTAN deje en suspenso la decisión de diciembre último por la que aprobó la fabricación y despliegue de los euromisiles.Cristopher informó a los aliados europeos que Estados Unidos está dispuesto a negociar con la URSS sobre las bases expuestas por Breznev al canciller Schmidt en su reciente visita a Moscú. «El pasado jueves», añadió, «me entrevisté en Washington con el embajador soviético, quien me explicó en los mismos términos la posición de su país».

El secretario de Estado adjunto afirmó que no podía adelantar ninguna fecha para el inicio de las conversaciones. «La preparación de las negociaciones, incluidas en las SALT III, va a exigir un gigantesco esfuerzo. Nosotros consultaremos con nuestros aliados y todo el tema será tratado en el grupo especial creado al efecto en el seno de la Alianza Atlántica. Sólo puedo añadir», continuó, «que Estados Unidos intenta estar bien preparado para el momento en el que comiencen las negociaciones».

A una pregunta sobre si Estados Unidos excluía los sistemas nucleares tácticos de las conversaciones, pese al aparente deseo de la URSS de incluirlos en las SALT III, Cristopher dijo que la posición norteamericana «no era nada nuevo. Ya en diciembre estuvimos de acuerdo en que, inicialmente, las conversaciones deberían iniciarse sobre los misiles nucleares de teatro de alcance medio». Insistió en que no se trataba de «una condición» para empezar a hablar, sino de la posición de partida de su país, al igual que no existe una precondición soviética, sino también «una posición de partida».

«Mi impresión», añadió el secretario de Estado adjunto, «es que los soviéticos no plantean ninguna condición nueva, del tipo de la que acaban de sugerir (incluir los sistemas tácticos)».

Warren Cristopher explicó que Estados Unidos estaba interesado en incluir en las negociaciones iniciales los bombarderos soviéticos Backfire. A la pregunta de si esta inclusión no estaba en contradicción con la teoría norteamericana de «centrar» las SALT III en los euromisiles y los SS-20, afirmó que no, y que esta inclusión no tenía por qué corresponderse con la de ningún otro sistema nuclear norteamericano.