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Nieva en zonas altas y montañosas de las provincias de Santander y León

La ola de frío que en las últimas veinticuatro horas se ha extendido por gran parte de España ha producido sorprendentes nevadas en varias localidades montañosas de las provincias de Santander y León. El fenómeno, en opinión de meteorólogos, no es excepcional, ya que, precisamente hace ocho años por estas mismas fechas, se produjeron nevadas en puntos de la cordillera Cantábrica y los montes Pirineos.La nevada alcanzó a pueblos de la provincia de León encuadrados en las zonas de Posadas de Valdeón, Torre Friero, Cota Bermeja, Montaña de Riaño, San Glorio, Portillo de la Reina y puntos de los Picos de Europa, alcanzando en algunas localidades la nieve algunos centímetros de espesor. En la provincia de Santander nevó durante tres cuartos de hora. En localidades altas de montaña y de la zona de Alto Campoo y Brañavieja las olas de frío tienden a remitir.

«Cualquier anormalidad es normal cuando se trata de fenómenos atmosféricos», manifestaron a EL PAIS fuentes del Centro Meteorológico de Santander al serles solicitadas las causas sobre las precipitaciones de aguanieve y las bajas temperaturas que en madrugada y primeras horas de la mañana de ayer se produjeron en zonas de la provincia de Santander, informa nuestro corresponsal, Víctor Gijón.

Para el personal de los hostales de aquella zona, situados a 1.600 metros de altitud, lo ocurrido no ha sido ninguna sorpresa, ya que «es raro que no nieve o granice alguna vez todos los meses, incluso durante los de verano», añadieron las fuentes.

En Reinosa, la población de mayor importancia en la comarca de Campoo, situada a una altitud de mil metros sobre el nivel del mar y a más de ochenta kilómetros de Santander, en la mañana de ayer caía aguanieve con cierta intensidad sin que en ningún momento llegara a cuajar. La temperatura, que era de un grado a las nueve de la mañana, fue ascendiendo paulatinamente a lo largo del día, a pesar de lo cual aún estaría muy lejos de los diecisiete grados de media habidos en días anteriores.

En el Alto Campoo, a las seis de la tarde, el viento Norte se dejaba sentir con fuerza, en tanto que continuaba una pertinaz llovizna que, por momentos, se convertía en aguanieve, oscilando la temperatura entre los cuatro y los seis grados sobre cero. Tanto las pistas de la estación de invierno de Brañavieja como las carreteras no presentaban rastros de nieve y únicamente en las estribaciones superiores se observaban pequeñas «manchas» blancas que se mantienen, prácticamente, durante todo el año.

En opinión de los meteorólogos consultados, la racha de frío que ayer se abatió sobre Cantabria, y muy especialmente en las zonas más altas de la región, era algo esperado desde hace días, «aunque no contábamos con un enfriamiento tan brusco».

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