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Gente

El humo

cegaba los ojos de algunos concejales del Ayuntamiento de Madrid mientras se discutía en la comisión permanente de ayer una imprevista propuesta de los señores Tamames y Barrionuevo, primer y tercer tenientes de alcalde, respectivamente, y ambos declarados no fumadores. Para preservar los frescos que adornan la sala -y los delicados ojos del alcalde, apoyó Alonso Puerta-, pidieron que los concejales se abstuvieran de fumar durante las sesiones. La medida descontaminante fue acogida con bastane frialdad y más de un cigarrillo se encendió con ostentoso gesto reivindicativo. Al final se decidió incluir el asunto en el orden del día de la próxima comisión.

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