El Gobierno vasco demanda con urgencia la creación de la Junta de Seguridad

La ocupación el pasado jueves del Parlamento vasco por parte de los trabajadores de Nervacero y los incidentes que rodearon al suceso han vuelto a suscitar con más fuerza la urgente necesidad de que se constituya la Junta de Seguridad, organismo al que el Estatuto vasco -artículo 17- confiere funciones como la coordinación entre los cuerpos de seguridad del Estado y la policía autónoma y la propia creación de esta última. El retraso del Gobierno central en la designación de sus representantes en la junta -el Gobierno vasco cumplió este trámite hace un mes- produce malestar creciente en el Ejecutivo vasco y no se descarta que sea, acaso, uno de los motivos que mueve a Garaikoetxea a posponer su entrevista con Adolfo Suárez.En una conferencia de prensa celebrada el último viernes en la sede de Presidencia, en Vitoria, para valorar la ocupación del Parlamento vasco, Garaikoetxea se lamentó de que Euskadi no cuente todavía con una policía propia y apeló una vez más al Gobierno central para que, a la mayor brevedad, proceda a la designación de sus representantes en la Junta de Seguridad, con lo que el organismo quedaría automáticamente constituido.

«Hace más de un mes que elegimos nuestros representantes en la Junta de Seguridad y todavía esperamos que el Gobierno central se decida a hacer lo propio», afirma Garaikoetxea. «No es difícil contar con una policía autónoma de tráfico y unos cientos de personas que custodien los edificios y cuiden la calle. Este mismo año debiera de producirse esta primera fase y para ello es necesario que se constituya enseguida la Junta de Seguridad. Pero si el Gobierno central no elije sus cuatro representantes en la misma, ésto no podrá lograrse ya en este año. Se trata de una decisión política, de una cuestión de voluntad política que se pospone. Para los que nos acusan de que nos estamos quejando continuamente del trato que recibimos del Gobierno central y de la falta de soluciones que nos ofrecen en Madrid, éste es un ejemplo de queja y de reproche justificado».

Una prueba palpable, y menos contenida, del malestar que el mencionado retraso produce en el partido del Gobierno se recogía en un apartado del último comunicado de la dirección del PNV, que, al valorar la reciente ocupación del Parlamento vasco por trabajadores de Nervacero, recomendaba al Ejecutivo «que si continúan las tácticas dilatorias del Gobierno central, proceda a la formación de la policía autónoma, al reclutamiento de sus miembros y a la creación de la academia de formación, acudiendo a la consecución de créditos, si no dispone de medios».

Pleno del Parlamento, en julio

El Parlamento vasco podría celebrar dentro de este mes el Pleno previsto para los pasados días 26 y 27, que debió suspenderse por la ocupación de la Cámara y retención de sus miembros por parte de los trabajadores de Nervacero. En principio, la Mesa del Parlamento había decidido que no se celebraran plenos en el mes de julio, con el fin de ocupar toda la actividad en la elaboración del reglamento interno de la Cámara, que se discutiría en la misma en el mes de septiembre.En el Pleno suspendido iban a tratarse temas tan controvertidos como pacificación -y eventualmente la solicitud de medidas de gracia-, política de empleo y lucha contra el paro y presupuestos del Parlamento. Aunque aún no está decidido, parece existir entre los grupos parlamentarios una tendencia favorable a que el Pleno se celebre tal y como estaba previsto, por la propia trascendencia de los temas y quizá por no dar la impresión de que los incidentes del día 26 son capaces de anular hasta septiembre la actividad de la Cámara.

Se había acordado previamente que el mes de julio -las vacaciones parlamentarias se inician en agosto- se ocuparía en actividades internas de la Cámara, con el objeto de solucionar todos los problemas de infraestructura de la misma y dejar listo para su discusión en el Pleno, tras las vacaciones, el reglamento interno del Parlamento. El primer borrador, que consta de más de 130 artículos, ha sido elaborado en base a lo reglamentos del parlamento Foral navarro, Juntas Generales de Vizcaya, reglamento provisional del Congreso y nuevo proyecto para la Cámara legislativa española que aún está por debatir.