Recuperación en Guinea Ecuatorial
EL PRESIDENTE Obiang ha aprobado un programa de liberalización económica en Guinea Ecuatorial. Quizá es el primero que tiene lugar en el Africa en vías de desarrollo. Es cierto que los intentos de dirección centralizada de las economías en países ricos en recursos, como Angola, Guinea-Conakry, Ghana o en la propia Guinea de Macías, se han saldado con dramáticos fracasos materiales o humanos. Pero, aun así, la resistencia de la clase política ecuatoguineana, salida en buena parte del, macismo, ha estado a punto de vencer la iniciativa del presidente de la República en favor de una mayor libertad de comercio, que suponía la supresión de una sofocante intervención administrativa. Los defensores de¡ intervencionismo temían la pérdida de poder y quizá la desaparición de la corrupción en su propio provecho. La lucha ha debido ser tan enconada que la aprobación del programá se ha dilatado durante seis largos meses.A partir del 21 de junio, el ekuele queda devaluado. El cambio oficial pasa de uno a dos ekueles por una peseta. La devaluación es el punto de partida,para impulsar la exportación de cacao, madera, café. y otros productos tropicales. Los productores obtendrán unos mayores precios en moneda local y estarán en condiciones de mejorar sus instalaciones y contratar mano de obra a unos salarios atractivos. En cuanto a un posible encarecimiento de los precios, hay que pensar que la escasez actual hacía que los alímentos o cualquier producto importado se vendiese hasta diez veces por encima de su precio, pero con un suministro fluido y continuo los precios no tendrán otra opción que bajar. La ayuda española ha hecho coincidir la devaluación con una importante llegada de alimentos en concepto de donación, lo que supondrá su abaratamiento. Pero el arma decisiva a la hora de contener precios es la libertad de importación. Las licencias se estaban administrando con cuentagotas, lo que da lugar a todo tipo de arbitrariedades y corrupciones. El programa acepta la liberalización de las importaciones, lo que es perfectamente coherente en un pais sin industrias que proteger y que, por un lado, cuenta con unas reservas brutas de divisas del orden de los veinticinco millones de dólares, que representan más de un año de importaciones, y, por otro, con el respaldo del FMI, en forma de créditos por valor de veintitrés millones de dólares para apoyar la liberalización. El sistema fiscal diseñado ge centra en un canon a la exportación de cacao, madera y café, y una serie muy sencilla de derechos arancelarios que gravan intensamente a los artículos de lujo y ligeramente a los alimentos y bienes de equipo.
El clima político ha ido mejorando. La liquidación del régimen de Macías no se ha saldado con un sangriento arreglo de cuentas y se da incluso la circunstancia de que no hay ningún preso por motivos políticos. La oposición se ha ido diluyendo y en los casos más notorios se han ocultado, tomando voluntariamente el camino del exilio. Mientras tanto, y con la ayuda de las Naciones Unidas, se está produciendo el retorno de los numerosos exiliados que huyeron de Macías. Asimismo, los antiguos residentes europeos, españoles en su mayoría, han comenzado a regresar y reclamar sus propiedades, y el proceso de devolución ha empezado a normalizarse.
La gran incertidumbre para la normalización económica estaba en la devaluación de la moneda y en la aceptación institucional de la libertad económica. Sin duda, la inversión extranjera responderá rápidamente a las favorables condiciones establecidas y, si los acontecimientos políticos no vuelven a torcer el curso de su historia, Guinea Ecuatorial volverá a ser uno de los países más florecientes y agradables del Africa negra. Se ha concluido así la primera etapa de la cooperación hispano-guineana, que puede ser calificada como un gran éxito. Los colegios funcionan normalmente, los hospitáles comienzan a atender a los enfermos y la Administración del Estado está recuperando su actividad, mientras que el sector privado, por su parte, vuelve a ser el primer protagonista de la actividad económica.
El único interrogante que subsiste es la propia fuerza de los partidarios del antiguo régimen de Macías y el temor de un golpe de fuerza que acabe con la liberalización emprendida. Este es un aspecto que quizá fue discutido en su reciente visita a España por el presidente Obiang con los máximos dirigentes españoles e incluso con algunos de los líderes de la oposición, pero que, sin embargo, todavía no se ha concretado en ningún tipo de acuerdo o de colaboración. El problema es grave por la propia indefensión de Guinea Ecuatorial y porque el esfuerzo realizado por guineanos y españoles en esta nueva etapa de cooperacion, liberada de colonialismos trasnochados, no debe perderse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.