ETApm hizo estallar cuatro bombas en Alicante como inicio de su campaña contra las zonas turísticas
Tan sólo la fortuna en forma de retraso fortuito de una familia en el regreso a las habitaciones del hotel en que se alojaba evitó que la segunda campaña de ETApm contra el turismo se iniciara tal y como concluyó la anterior: con un saldo de vidas humanas. Cuatro artefactos estallaron ayer en Alicante -uno en la capital y tres en la zona turística de Jávea-, sin llegar a causar desgracias personales, pese a que todos ellos explosionaron fuera de los plazos horarios anunciados por la organízación terrorista vasca y, por tanto, con las medidas especiales de seguridad ciudadana suspendidas.
A última hora de la tarde de ayer todos los artefactos anunciados por ETApm, en sus dos comunicados, habían hecho explosión y no se tenía conocirriieuto de ninguna nueva amenaza con respecto a esta provincia.La nueva ofensiva de ETApm ha significado, contra lo que venía siendo habitual en esta organización, un reiterado incumplimiento de sus comunicados, y una escalada en cuanto ala amplitud de las zonas geográficas y de asentamiento humano sometidas al terror en una sola acción. Los desalojos masívos y la incertidumbre horaria en cuanto al momento de producirse las explosiones han sido los dos inconvenientes mayores con que se han encontrado los dispositivos de seguridad del Estado para hacer frente a la actual campaña etarra.
Las repercusiones negativas para el turisrno, cuyo alcance real no se conocerá hasta dentro de unos días, comenzaron a dejarse notar ayer, con abandonos masivos de huéspedes en los hoteles alicantinos afectados por la amenaza etarra de la noche anterior y con las numerosas cancelaciones de re servas-que se registraron en la jornada de ayer. El director del apart hotel Meliá, centro afectado por la explosión registrada en la capital alicantina, manifestaba ayer a EL PAIS -en calidad de presidente de todos los empresarios hosteleros de la Costa Blanca, que estas acciones constituyen un «definitivo hachaz al sector de la hostelería, cuyas perspectivas eran ya, antes de las acciones terroristas, francament negativas».
Una noche de incertidumbre
Con eficacia y en un clima de relativa tranquilidad, a lo largo de las prirneras horas de la madrugada del miércoles fuerzas de la Policía Nacional, Guardia Cívil y Cuerpo General de Policía procedieron a desalojar calles, hoteles y establecimientos públicos alicantinos (en un perímetro de unos dos kilómetros de longitud por unos doscientos metros de anchura) amenazados por ETApm en un comunicado emitido a las 0.35 horas del mismo día. En Jávea, paralelamente, fuerzas de la Guardia Civil procedían a rastrear tres urbanizaciones amenazadas (El Capsaes, Tosalet y Adsubia), que, en un radio de Varios kilómetros, asienta de forma diseminada varios miles de chalés y clubes sociales y de esparcimiento.
Las calles alicantinas, que se encontraban repletas de gente, al coincidir la fecha con la culminación de las fiestas tradicionales de las hogueras de San Juan, fueron poco a poco acordonadas y cerradas a la circulación. Las gentes eran desplazadas hacia otras zonas de la ciudad no amenazadas, en las que continuaron los festejos con nor rnalidad. Para desalojar los hoteles se movilizaron autobuses del servicio urbano y de las FOP, que distribuyeron hacia otros establecimientos a quienes en aquellas horas se encontraban en sus habitaciones. En muchos casos los desalojados se vieron obligados a pernoctar en sofás en los halls de los hoteles, por falta de camas libres. Muchos otros, que al regresar hacia las tres de la madrugada a sus hoteles se encontraron con la zona acordonada y los accesos prohibídos, tuvieron que pernoctar en parques y jardines, junto a otras personas cuyos vehículos queda ron bloqueados al encontrarse aparcados en la zona acotada.
Luis Ciamir, miinistro de Comercio y Turismo, e Ignacio Aguirre, secretario de Estado para el Turismo, recorrieron de madrugada los distintos hoteles adonde habían sido reconducidas las personas desalojadas de sus hoteles. El ministro insistió a lo largo de todo el día en que el factor seguridad era prioritario sobre el factor comodidad, lo que no evitó que fuera objeto de serias quejas por algunos afectados.
A las ocho de la mañana, hora límite fijada por ETApm en su cornunicadlo para la explosión de dos artefactos, ninguiia bomba había hecho explosión o había sido detectada. La necesidad de abrir al público una zona eminentemente comercial y de permitir a muchos turistas que recogieran sus equipajes en sus hoteles, ya que tenían que emprender vuelos aéreos -en muchos casos charters- y,estaban planteaindo posibles indemnizaciones, hizo que éstas se abrieran a las 8.30 y que, a partir de esa hora, los hoteles volvieran a ocuparse.
Las dos bombas estallaron después
Pasadas las 8.30, en el gobierno civil, su titular en funciones, Carlos Merino, y el ministro Gamir, mostraban su satisfacción por la efectividad de los dispositivos de seguridad adoptados para la noche anterior y anunciaban a los periodistas la supresión de las medidas especiales adoptadas y la vuelta a la normalidad. Tras explicar su perplejidad porque no se había cumplido el,comunicado de ETApm y no hubiesen explosionado las dos bombas anunciadas, dijeron a los periodistas que en el plazo de media hora -de 8 a 8.30- era suficiente para cubrir un posible desfase en la programación de tiempo de los artefactos, por lo que habían suspendido los planes especiales de seguridad adoptados
Cuando los periodistas estaban despidíéndose, hubo una llamada telefónica al ministro y se informó casi inmediatamente que una bomba -eran las 9.30- acababa de estallar en el apartahotel, Meliá, y que no había causado daños personales. Quince minutos después explosionaba un segundo artefacto en un chalé de la urbanización El Tosalet, de Jávea, denominado Nerexabia, perteneciente al señor Aranzadi, militante del PNV, que se encontraba deshabitado
Muchos clientes del Meliá que se encontraban de nuevo en sus habitaciones o desayunando, tras haber pasado la noche fuera del hotel, fueron sorprendidos por la fuerte explosión de un artefacto compuesto por kilo y medio de Goma 2, colocado tras la rejilla de retorno del aire acondicionado. La explosión se produjo en la habitación 5.003 y destrozó asimismo la vecina 5.005 y la 4.003, que se encontraba debajo. Un matrimonio flamenco, que se encontraba en la habitación 5.005, situada enfrente de la siniestrada y que vio irrumpir la puerta de ésta en su habitación, y una pareja de la Policía Nacional, que se encontraba en la vecina playa del Postiguet, dieron cuenta de la explosión. Por la tarde, tras haberse negado en varias ocasiones que la habitación afectada por la explosión estaba ocupada, se confirmó que en ella estaban alojados el meteorólogo gallego Jaime Rey, con su esposa e hijos, que se encontraba en Alicante invitado por un industrial de esta provincia. El mencionado matrimonio acudió a pedir la llave de su habitación, desconociendo lo que sucedía, minutos después de que hubiese tenido lugar la explosión.
Otras dos bombas en Jávea
De forma casi simultánea a la explosión de las bombas en el apartotel Meliá y en el chalé Nerexabia, en Jávea, se recibió en el Gobierno Civil de Alicante un nuevo comunicado de ETApm transmitido por esta organización a una emisora de radio de Bilbao, en el que se indicaba con bastante precisión los lugares donde estaban colocados los mencionados artefactos, al tiempo que se anunciaba que otras dos explosiones tendrían lugar entre las 10.00 y las 11.00 horas en la zona de Jávea. En consecuencia, la organización etarra decía que se procediera a desalojar los siguientes lugares: El Capsaes, la urbanización El Tosalet, Adsudia, El Morers y El Tenis.
Estos dos artefactos, como ocurrió con los de la mañana, hicieron explosión fuera del plazo señalado por la organización terrorista vasca. El primero, que afectó al club de tenis de Jávea, explosionó a las 17.37 horas, y el segundo, que afectó al club La Guardia, de Adsudia, lo hizo a las 18.05 horas. En ninguno de estos casos se produjeron desgracias personales.
En una conferencia de prensa celebrada a primeras horas de la tarde en el gobierno civil, el titular accidental, Carlos Merino, explicó que el artefacto del apartotel Meliá había explosionado momentos antes de que desde Bilbao se les hiciera llegar el nuevo comunicado de ETApm con la ubicación exacta del mismo, y pocos instantes antes -por lo que no hubo lugai a su desactivación- de que explosionara el situado en el chalé de Jávea.
La zona de Jávea, en la que tienen chalés numerosos empresanos vascos, puede contar en próximos días con una protección policial individualizada a los mismos, aunque no se esperan atentados personales.
Sobre las medidas preventivas los hoteleros manifestaron que las primeras noticias de que sus establecimientos estaban amenazados por ETApm las tuvieron por. los, periódicos y que tan sólo en la mañana del 24 fueron requeridos para elaborar un plan de emergencia y posible evacuación de clientes, al tiempo que se iniciaba un registro en busca de bombas en los mismos.
