Teresa de Calcuta: "No tengo tiempo para interrogantes políticas"

La madre Teresa de Calcuta, premio Nobel de la Paz de 1979, insistió ayer, durante una conferencia de prensa, en su mensaje -«es el Evangelio»- sobre la pobreza. «Atender a los pobres es atender a Jesús», vino a decir, «y para ello es preciso compartir».La madre Teresa renuncia al, análisis de las causas de la pobreza en tanto rocen matices políticos. «No puedo emplear el tiempo en responder interrogantes políticas porque entonces no podría dedicarlo a vestir al desnudo y dar de comer al hambriento», es su conclusión ante cualquier intento de conocer su pensamiento sobre la incidencia de poderes, países e instituciones -Incluida la Iglesia- en la génesis y el desarrollo de la pobreza. «Cuando tú y yo seamos capaces de dar hasta que duela, habrá paz», sintetiza, sin ir más allá de esta idea de acción individual que puede sumarse a otra acción individual.

Anciana, bajita, nervuda y fuerte, de fuertes dientes, sonriente semblante y alegres ojos claros, la madre Teresa se encierra con voz calmosa en esa reducida línea de pensamiento. No obstante, emite algunos juicios, a preguntas de los periodistas: «El aborto es el principio de lo que destruye al mundo; el secreto de la felicidad es la Eucaristía; Juan Pablo II es el mayor regalo de Dios al mundo; no se es rico por poseer muchas cosas, sino por no querer compartir lo que se posee; no escribir jamás algo que pueda destruir la alegría».

Teresa de Calcuta marchará hoy a Yugoslavia y fundará una casa en Skopje, su pueblo natal. Informó que la fundación de otra casa de su misión, en Barcelona, se pospone un año más.

El lunes por la tarde, en el barrio de El Candil (Leganés), monseñor Tarancón, arzobispo de Madrid, dijo una misa en la capilla de la misión que Teresa de Calcuta ha venido a fundar en la capital de España.