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Golpe de Estado frustrado en Jamaica contra el Gobierno socialista de Manley

Las principales ciudades de Jamaica, incluida la capital, Kingston, se encontraban en calma tras conocerse públicamente el intento de golpe de Estado que sectores políticos y militares derechistas trataron de realizar el pasado domingo contra el Gobierno socialdemócrata de Michael Manley. Al analizar la situación, los observadores destacan la coincidencia entre el frustrado putsch de Jamaica, el intento de asesinato del primer ministro de Granada, Maurice Bishop, y la muerte violenta, en Guyana, del dirigente izquierdista Walter Rodney.

Hace varias semanas, diversas figuras políticas del área centroamericana y del Caribe habían denunciado la existencia de un plan para desestabilizar los regímenes políticos progresistas existentes en países caribeños. A principios de la pasada semana, una poderosa carga explosiva estalló muy cerca del primer ministro granadino y mató a varias personas. Maurice Bishop escapó milagrosamente ileso del atentado. Las investigaciones policiales determinaron que el ataque formaba parte de un plan para derrocar al Gobierno, inspirado por el ex primer ministro John Gairy, cuyas sospechosas conexiones en Estados Unidos son sobradamente conocidas.Pocos días después, otro atentado similar segó la vida de Walter Rodney, máximo dirigente de la Alianza del Pueblo Trabajador, de Guyana, partido que apoya al Gobierno izquierdista de Forbes Burnham. El primer ministro guyanés, al condenar públicamente el, atentado, destacó que no se trataba de un hecho aislado, sino que se inscribía en el contexto de un proyecto desestabilizador en el país y en el área del Caribe.

El frustrado golpe de Estado en Jamaica viene a demostrar la certeza de tales aseveraciones, y culmina una frenética campaña de desprestigio desatada contra el Gobierno de Michael Manley por el principal político opositor de dicho país caribeño, Edward Seaga. Curiosamente, el líder del Labour Party (Partido Laborista, de marcada tendencia derechista) ha usado tribunas públicas norteamericanas para acusar a Manley de «agente del comunismo internacional» y «títere» de Cuba y de la Unión Soviética.

Medios de comunicación que apoyan al Gobierno de Manley han señalado, en su información sobre el intento de derrocamiento de aquél, que el agregado militar de la Embajada de Estados Unidos en Kingston fue visto varias veces en el cuartel del Ejército, de donde, según las investigaciones policiales, partió el golpe.

El plan debía materializarse en la medianoche del domingo pasado. Incluía la ocupación de los principales cuarteles militares y de la policía, la detención de Michael Manley y del brigadier Robert Neish, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, y el posterior asesinato de ambos.

Los principales dirigentes del opositor Labour Party, incluido el propio Edward Seaga (quien se encontraba en Washington), se apresuraron a rechazar cualquier responsabilidad en el frustrado golpe.

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