Joseph Luns: "La conferencia de Madrid no se convertirá en un juicio a la Unión Soviética"
La Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE), que tendrá lugar en noviembre en Madrid, «no se transformará en un tribunal que juzgue a Moscú», declaró ayer Joseph Luns, secretario general de la OTAN. En una entrevista concedida a la agencia AFP antes de la sesión de los quince ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN que comeinza hoy en Ankara, capital turca, Luns precisó que no se trataba «de ir a Madrid para juzgar a los soviéticos sobre su manera de aplicar el acuerdo de Helsinki. Se acudirá a Madrid con un espíritu positivo, y no he observado nada que permita pensar que alguien quiera poner a Moscú contra la pared».
El secretario general de la OTAN subrayó la «total unanimidad de los países de la OTAN para acudir a la CSCE», pero fue prudente sobre los resultados que se podían esperar de la reunión de Madrid: «Todos los países de la Alianza están convencidos de que es necesario desarrollar, allí donde sea posible, una cierta distensión».«¿Hasta dónde se puede llegar»?, se preguntó Luns. «Depende de la evolución de la situación internacional, especialmente en Afganistán e Irán, y acaso, del viaje del canciller Schmidt a Moscú el 30 de junio, que abre la puerta a una pequeña esperanza ».
«Si una atmósfera más distendida se impusiese en noviembre», estimó Luns, «la Conferencia de Madrid podría servir de trampolín al proyecto francés de Conferencia Europea de Desarme (CED). Esto no está en absoluto descartado. Le recordaré, por otra parte, que si los países de la OTAN han demostrado un gran interés por el proyecto, la URSS mantiene una actitud reticente».
A propósito de Afganistán, el secretario general de la OTAN se declaró francamente pesimista: «Subsiste aún la posibilidad, aunque tiende a reducirse, de que la URSS haga un gesto para apaciguar a Occidente y desactivar la crisis afgana. Pero, en mi opinión, Afganistán es como una herida abierta que no cesa de infectarse».
Comentando la próxima visita a Moscú del canciller germano occidental, Helmut Schmidt, Luns expresó «la esperanza de que el canciller vuelva con un compromiso de los soviéticos de congelar el despliegue de los cohetes SS 20».
Pero, añadió, «las indicaciones de las que disponemos no nos permiten ser excesivamente optimistas. Hay, sin embargo, algunos indicios. Si pensásemos que el viaje es inútil, Schmidt no iría a Moscú. Sin embargo», insistió Luns, «a pesar de su actual ventaja en materia de cohetes euroestratégicos SS 20, Moscú no tiene ningún interés en desencadenar un conflicto en Europa. El riesgo de un conflicto generalizado, en el que todas las armas serían utilizadas, es tal que la Unión Soviética no puede plantearse emprender ese camino, que conduciría a una guerra global».
Por último, Luns se declaró convencido de que la reunión de Ankara permitiría reanudar los contactos entre griegos y turcos sobre el problema de la reincorporación de Atenas al mando militar integrado de la Alianza.
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