Prosigue la negociación hispano-comunitaria sobre libre movimiento de trabajadores

La Comunidad Económica Europea (CEE) hizo entrega ayer a la delegación española del documento sobre asuntos sociales dentro de la undécima sesión negociadora hispano- comunitaria. El documento social es uno de los más importantes en el proceso de adhesión de España al, Mercado Común, por lo que ha sorprendido que se tratara de un estudio puramente teórico, en el que ni tan siquiera se esboza la duración del período transitorio.El documento comunitario -que parece más bien una mera fórmula de compromiso para dar la sensación de que las negociaciones prosiguen, pese al frenazo de Giscard- se limita a explicar el campo de aplicación de la normativa de la CEE y a «tornar nota» del deseo español de conceder prioridad a la solución de los problemas relativos a la situación de los trabajadores españoles residentes actualmente en la Comunidad. Se habla también de «período transitorio de acuerdo con el principio de progresividad, pero no se matiza ni se establecen criterios temporales.

Dado que la comisión preparó en su día un documento mucho más completo, al margen de que fijara períodos demasiado largos a juicio de la Administración española, sorprende que el Consejo lo haya dejado reducido a un mero folleto explicativo de la! legislación comunitaria. España, Por su parte, presentó hace ya tres meses su propia posición. La única explicación para este «folleto» podría encontrarse en la decisión de, la CEE de no progresar en la negociación de los puntos importantes; del dossier de adhesión de España mientras que no arregle sus propios problemas presupuestarios y agrícolas.

La sesión negociadora se «prolongó» veinte minutos -dos hubieran sido suficientes para recibir el documento social comunitario- porque la misión española presentó una declaración sobre el capítulo de economía finanzas y dos declaraciones complementarías sobre derecho derivado y régimen de fabricaciones mixtas.

En el primero, la Administración española considera que es prematuro pronunciarse sobre la pertenencia de nuestro país al Sistema Monetario Europeo (SME) y recuerda que se trata de una cuestión ajena al estricto proceso de negociación.