Alonso Zamora Vicente clausuró el cielo sobre Camoens

Con las intervenciones del secretario de la Real Academia de la Lengua y catedrático de la Universidad Complutense, Alonso Zamora Vicente, y del catedrático de la Universidad de Coimbra Vitor Manuel de Aguiar e Silva, finalizó el ciclo de conferencias sobre Camoens que se ha desarrollado en la Fundación Juan Mará, de Madrid, organizado en colaboración con la Secretaría de Estado de Portugal, la Fundación Gulbenkian y la Embajada portuguesa en Madrid, con motivo de cumplirse en estas fechas el cuarto centenario de la muerte del autor de Os Lusíadas.El profesor Zamora Vicente, en su conferencia sobre «Relaciones literarias hispano-portuguesas», destacó el papel que en la obra camoniana desempeña el español y, concretamente, la parcela popularista castellana: .«El español en Camoens es fruto de una brillante tradición que él interpreta y maneja con indudable tino, con gracia exquisita de creador. Hoy, a cuatrocientos años de su muerte, Camoens nos sigue valiendo a todos los peninsulares como seña de identidad ». El académico centró su intervención en el teatro camoniano en tres autos -Enfatrioes, Filodemo y El rey Seleuco-, en los que analizó la influencia de la tradición lírica popular castellana, influencia, dijo, que la crítica suele tener en el olvido, «más preocupada en encontrar referencias y exaltaciones renacentistas de Virgilio, Plauto, poemas épicos italianos, Petrarca o Garcilaso y Boscán ».

«La mayor parte de las veces que el español sale en el teatro de Canioens», afirmó Zamora, «sale vestido de lírica tradicional, cumpliendo una función dramática, como en los momentos más logrados de la tradición de Gil Vicente, antes, o como la de Lope después. Y es que esa cualidad integradora, plurilingüe del poeta portugués es lo que le hace también nuestro. Camoens es un poeta español, un patriarca de nuestro teatro, que no suele ser considerado así en los manuales y estudios de literatura española. Creo que este centenario deberá servir para reunir lo que olvidos, ignorancias o recelos han ido destruyendo o minando.