El presidente argelino, Chadli Benjedid, fortalecido tras el congreso extraordinario del FLN

El largo proceso de clarificación política argelino, emprendido tras la muerte de Huari Bumedian, ha desembocado, a raíz del congreso extraordinario del Frente de Liberación Nacional (FLN, partido único), que acaba de concluir, con la confirmación del presidente Chadli Benjedid como la primera figura en la escena política argelina.Considerado hace apenas un año como «candidato de compromiso» para la sucesión de Bumedian, y colocado al frente del Estado con el apoyo del Ejército, el presidente Chadli ha llegado, tras un período de clarificación, a neutralizar las diversas tendencias, que libraban una guerra de influencias entre «'tecnócratas» y cuadros del partido.

Tales rivalidades se concretaban en lo siguiente: las opciones industriales y tecnológicas planteadas hace diez años, defendidas por Beled Abdeslam, promotor de la industrialización argelina, y el predominio del partido frente al Estado, defendido por Mohamed Salh Yahiaui, coordinador del FLN y opositor de Abdelaziz Buteflika, que proponía la preeminencia del Estado.

Estos dos últimos se enfrentaban igualmente en la concepción de si era necesario ampliar las vías de la socialización o, por el contrario,. dar un margen mayor a la iniciativa privada.

Estas controversias fueron resueltas por iniciativa de Chadli, con la adopción de un programa económico y social esencialmente pragmático, que implicaba el ordenamiento del aparato productivo y la satisfacción de las necesidades cotidianas de la población.

Mientras la suerte política de los diferentes jefes de fila de las diversas facciones permanece incierta, Chadli ha consolidado su auto ridad personal antes del pleno del comité central del FLN, que decidirá sobre el nuevo equipo dirigente, obteniendo en el congreso el apoyo de 4.000 diputados, que le dan el control total sobre el Buró Político del FLN.