El Partido Liberal Democrático, favorito en las elecciones japonesas

El Partido Liberal Democrático, que gobierna en Japón desde hace veinticinco años, es el favorito indiscutible de las elecciones que se celebrarán el próximo domingo para renovar las dos Cámaras de La Dieta (Parlamento), aunque existen dudas sobre sus posibilidades de alcanzar una mayoría parlamentaria confortable que le permita el continuar gobernando en solitario.Las elecciones tendrán lugar cinco semanas después de que el primer ministro, Masayoshi Ohira, disolviera la Cámara de Representantes, tras su derrota en una votación de confianza, y sólo diez días después de la repentina muerte del propio Ohira, que ha abierto la lucha por la sucesión en el seno del Partido Liberal Democrático.

Los últimos sondeos de opinión pública registran un incremento en el respaldo electoral del partido en el poder y varios de ellos le pronostican la mayoría en ambas Cámaras. Los últimos días de campaña electoral, el porcentaje de abstenciones que se produzcan y los resultados en las grandes ciudades serán decisivos para los liberales demócratas.

Hasta la inesperada muerte del primer ministro Ohira, los pronósticos eran bastante diferentes y coincidían en anunciar que, tras haber gobernado en solitario desde 1955, el Partido Liberal Democrático se vería obligado a formar una coalición con algún partido minoritario de ideología conservadora, que le asegurase la mayoría parlamentaria.

El repentino fallecimiento de Ohira parece, por tanto, la causa principal de este cambio en las encuestas de opinión, que podrían reflejar una simpatía momentánea hacia el partido gubernamental. En cualquier caso, los dirigentes del partido han aplazado hasta un mes después de las elecciones la batalla por la sucesión de Ohira, e incluso los funerales oficiales se celebrarán dentro de dos semanas.

Ni el cambio de liderazgo liberal-democrático, ni del mismo resultado de las elecciones para La Dieta, se traducirán en un cambio brusco de la política japonesa. El partido del Gobierno cuenta con el decisivo respaldo de las grandes compañías industriales, mientras que el principal grupo de la oposición, el partido socialista, está muy lejos de la mayoría parlamentaria y, pese a sus llamamientos en pro de una alianza antiliberal, muy lejos también de alcanzar el poder.

Por segunda vez en menos de un año (las anteriores elecciones fueron en octubre de 1979), los japoneses deberán acudir a las urnas para elegir a los 511 miembros de la Cámara de Representantes o Cámara Baja de La Dieta. En esta ocasión, los comicios coinciden con la. renovación de La Dieta, es decir, 1,16 de los escaños de la Cámara de Consejeros, o Cámara Alta, que se eligen cada tres años.

El partido gubernamental tiene prácticamente asegurado la mayoría en la Cámara de Consejeros, que posee escasos poderes y que no puede ser disuelta por el Ejecutivo. La dificultad radica en obtener 266 escaños en la Cámara de Representantes.

Si se confirman los resultados de los sondeos de opinión pública, Ohira, como escribía ayer un comentarista político japonés, habría hecho un «último favor» a su partido, ya que su repentina muerte habría modificado el voto de una parte del electorado, pequeña, pero esencial en estos comicios.