La oposición, reticente ante la oferta negociadora de los centristas andaluces
El Consejo Permanente de la Junta de Andalucía rechazó indirectamente la oferta concretada el lunes por UCD (véase EL PAIS de ayer) al reafirmar «su voluntad de conseguir la autonomía plena, cuya última decisión corresponde al pueblo andaluz, en concordancia con la decisión favorable al artículo 151 manifestada el 28 de febrero». No obstante, entre las fuerzas de izquierda se va abriendo paso con dificultades la idea de que será necesario negociar con los centristas para encontrar una salida a la actual situación del proceso autonómico andaluz.
El propio presidente de la Junta, Rafael Escuredo, ha afirmado que «nadie puede cerrar la puerta a una vía que lleve a Andalucía a su pleno autogobierno», aunque ha fijado estrictamente los límites de cualquier eventual negociación: que se haga con luz y taquígrafos y que desemboque finalmente en el artículo 151 de la Constitución. «¿Que hay interpretaciones constitucionales que lo permiten? Pues que nos las expliquen y las veremos, pero nunca aceptaremos un estatuto otorgado ni recortado. Que nadie se llame a engaños: no nos sentamos a negociar si no es para llegar al 15 1 », añadió.Un criterio semejante sostuvo ayer, al ser consultado por este periódico, el secretario regional del PSOE, José Rodríguez de la Borbolla, quien declaró textualmente: «Los socialistas no vamos a entrar en una dinámica de negociaciones mientras no se desbloquee legalmente el proceso autonómico por la vía del 151 ».
Por su parte, José Luis González Caballo (PSA), tras considerar positiva la nueva postura de UCD («intentan contactar de nuevo con el pueblo porque no van a ir de tontos por la vida»), aseguró a EL PAIS que su partido está totalmente abierto a la negociación.
Más dureza ha mostrado por el momento el portavoz del Partido Comunista de Andalucía (PCA-PCE), Javier Pérez Royo, para el que la oferta autonómica de UCD sigue siendo la anunciada por Suárez durante el debate parlamentario, que los comunistas consideran inaceptable. Al igual que los socialistas, el PCA pone el acento en el carácter innegociable del referéndum ciudadano sobre el Estatuto.
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