RTVE no satisface las expectativas de la industria electrónica de cara al Mundial de fútbol
La incertidumbre y falta de información respecto al futuro de las inversiones de RTVE de cara al Mundial de Fútbol de 1982, así como el enfrentamiento entre directivos de RTVE, responsables de las inversiones técnicas, con representantes de la industria electrónica nacional, se pusieron de manifiesto en una mesa redonda, organizada el pasado jueves por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación.
Pedro Higuera, director general de la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas (Aniel), recordó que nadie había dado una explicación de por qué se había reducido el presupuesto de inversiones para el Mundial de 28.000 millones de pesetas a 10.500 millones de pesetas; el señor Higuera se preguntó sí se había presupuestado mal desde un principio, qué proyectos quedaban fuera de las inversiones y criticó duramente el retraso en respuesta en marcha de las mismas, «La industria electrónica nacional atraviesa graves dificultades», dijo Pedro Higuera, «y el hecho de que RTVE o el Gobierno retrasen la convocatoria de concursos supone un grave peligro para la industria española a la hora de hacer frente a la producción de la tecnología que requiere el Mundial».«Nos encontramos ante una demora delicada. La intención del Gobierno», dijo el diputado de UCID Bravo de Laguna, «es cumplir los plazos de inversión, y nos preocupa que la industria española pueda quedar desplazada. El Consejo de Ministros acordó esa reducción presupuestaria, a causa de la crisis económica». RTVE invertirá también en el Mundial., añadió el diputado centrista, los; 4.000 millones de pesetas de: superávit de su cuenta de explotación.
El socialista Pedro Bofill puso de manifiesto la escasez de información facilitada por el Gobierno y RTVE al respecto. «La actitud del Gobierno y RTVE está generando una gran incertidumbre», dijo el señor Bofill, «y resulta incomprensible que después de cuatro años, fecha en que España se comprometió a organizar el Mundial de Fútbol, no se haya ofrecido a la industria electrónica nacional un catálogo de necesidades para que este sector se pueda beneficiar de las fuertes inversiones que librará el Estado». La falta de previsión y, programación del Gobierno y de RTVE condiciona gravemente, según el señor Bordl, el futuro desarrollo del tercer canal de televisión, denominado de las autonomías y regiones, y las inversiones a que darán lugar de cara a la industria. «Si el Mundial dependiese de ese superávit de 4.000 millones de pesetas, entonces no habría más remedio que afirmar que ese Mundial no se celebraría, porque el Tribunal de Cuentas y la Prensa desmintieron hace tiempo que existiese ese superávit», dijo el señor Bofill.
Ante la afirmación de que el Mundial se celebrará, pronunciada por el diputado centrista, Pedro Higuera preguntó: «¿Se celebrará, pero a costa de qué? No hay inversiones, no hay planificación y se corre el peligro de que no se generen puestos de trabajo equivalentes a cuatro mil hombres año». Lucio Liaño, ejecutivo de RTVE, con el cargo de director técnico de la red, constetó al señor Higuera, y dijo: «Lo único preocupante es el retraso en la aplicación de las inversiones. La dirección técnica de RTVE no es responsable de ese retraso». Juan Antonio Alberich, director de medios técnicos y de operación de Televisión, presente también en el auditorio, «apostó» a que «más del 90% de las inversiones revertirán en la industria nacional». Las inversiones se distribuirán así: 7.000 millones de pesetas para la red y 3.500 para los medios de producción (660 millones para adquirir doce unidades móviles; 1.500 millones, para la obra civil de los nuevos centros de Madrid y Barcelona y 250 millones para el nuevo control central). El señor Alberich añadió que la mayoría de los concursos se convocarían con carácter inmediato y, en polémica con distintos representantes de la industria, dijo, entre otras afirmaciones: «Hay un claro favoritismo en la adjudicación del certificado de productor nacional por parte del Ministerio de Industria», y denunció el uso indebido que la industria nacional hace de esos certificados. Afirmaciones que motivaron tajantes respuestas de representantes de la industria y del propio señor Higuera, que acusaron al señor Alberich de desconocer el tema.
