Policía nacional asesinado en Pamplona

El cuerpo del policía nacional Angel Postigo Megías, de veinticuatro años de edad, casado, natural de La Línea de la Concepción (Cádiz), residente en Pamplona desde hace once años, que resultó muerto en la mañana del domingo, como consecuencia de los disparos efectuados por dos jóvenes en el barrio de La Rochapea, en Pamplona, fue enterrado ayer en el cementerio de la capital navarra, al término de un funeral oficiado en las dependencias del cuartel de la 64ª Bandera de la Policía Nacional. A pesar de que el asesinato no ha sido reivindicado, se da como seguro que fue perpetrado por un comando de ETAm.El atentado ocurrió sobre las diez y cuarto de la mañana del domingo, cuando el policía Angel Postigo, que acababa de salir de su domicilio, se disponía a entrar en su automóvil, un Seat 131 de color amarillo. Nada más introducir la llave en la puerta del coche, dos jóvenes que se encontraban en las proximidades leyendo sendos periódicos se avalanzaron contra el policía disparando uno de los agresores con una ametrallador -posiblemente una Marietta- mientras que el otro lo hacía con una pistola. Como consecuencia de lo disparos, Angel Postigo quedó tendido junto a su coche, en donde fue tiroteado de nuevo por los dos jóvenes antes de emprender la fuga en el Seat 1430 matrícula de Santander que había sido robado una hora antes a su propietario, Carmelo Irazábal, en Pamplona.

Angel Postigo, que murió en el acto, fue alcanzado por seis disparos en la cabeza, torax y brazos. Según versiones de testigos presenciales, los dos autores del atentado contaban con el apoyo de un joven y una chica que se encontraban armados en el interior del Seat robado en el que se dieron a la fuga. En el lugar de los hechos, la policía recogió diez casquillos de bala, marca Parabellum.

Por otra parte, individuos sin identificar cometieron un atentado en Estella el pasado domingo, en el que resultaron destrozados un jeep y un Citroën SCV de la Guardia Civil. Los dos vehículos fueron rociados con gasolina en el garaje en donde se encontraban, prendiéndoles fuego a continuación. Los dos coches quedaron inservibles.